Soy feliz: Tengo trabajo
Por: Darío Valle Risoto
La cosa es sencilla: uno para vivir tiene que trabajar, no hay modo si es que uno no piensa dedicarse a la delincuencia y pobre del que piensa que delincuente es solo aquel que roba a mano armada o mediante el descuido, hay delincuentes peores que vamos a reconocer rápidamente so pena de caer en una indefectible nube de dudas sobre el mundo que nos toca vivir.
Para empezar la mayoría de nosotros para conseguir empleo luego de tener algún dato se presenta a una entrevista donde será una consultora (Empresa dedicada a enrolar esclavos para otras empresas), una secretaria o un supervisor, también suele ser nuestro propio futuro patrón el que nos entreviste para ver si podemos ser probados en el nuevo empleo. Debo aclarar que en casi todos estos casos seremos interrogados por un hombre o mujer con cara de culo o en su peor alternativa con una sonrisa hipócrita y algo siniestra.
Lo curioso de esto es que tratarán de saberlo todo de nosotros sin que nos digan una mísera cosa sobre ellos tipo: “Mira pendejo que te pienso exprimir los cojones hasta que me des tu última gota de plusvalía y luego te patearé el culo para conseguir a alguien más productivo”. Nada de eso, es muy probable que nos llenen de mentiras sobre que el lugar de trabajo es: “Una gran familia”, “Aquí hay grandes posibilidades de progresar” o algo como: “Mire a ese muchacho, hace un año era cadete y hoy es subgerente” (El muchacho es por casualidad el hijo del dueño).
Bien, uno tiene que trabajar y miente dentro de lo posible y se declara hasta técnico en fusión electrolítica sin saber que carajo es con tal de llevar el pan a la casa, no será entonces un milagro que cierren la carpeta luego de averiguar hasta que número de calzado usamos y nos citen para un tiempo a prueba. Esta es otra soberana mentira de mierda.
Les doy una noticia que tal vez nunca nadie les dijo: “El período de prueba será todo el tiempo que trabajemos allí sean días, horas, meses o años porque nunca nos dejarán de apretar los cojones y exigirnos productividad aunque estemos tuberculosos y desmayándonos por el taller”.
La cuestión es enriquecerse a costa nuestra porque en nuestro inmundo sistema capitalista se trata de que unos muchos trabajen toda la vida para que ciertas familias adineradas sean cada vez más ricas y encima nos marquen las pautas a través de los grandes medios de comunicación de los bueno que es vivir en democracia. Pero eso será tema de otra descarga de pensamientos anarquizantes mis amigos.
Otro verso que nos suelen endilgar los patrones es ese del “Trabajo seguro”, con el tema de que en esta prestigiosa empresa no se despide a nadie pretenden que nos sintamos beneficiados con el maravilloso placer de pertenecer a una plantilla de imbéciles que trabaja de sol a sol para que el señor pase sus vacaciones en Venecia mientras nosotros la pasamos bomba en el fondo de casa con las patas en una palangana con agua. Cierto día le contesté a un patrón cuando me dijo que allí había trabajo seguro que yo siempre iba con la idea de que era el último día. Unos años después me echaron a la mierda por negarme a hacer horas extras a salario corriente.
Así es que mis amigos ser empleado es un triste destino y por lo tanto comprendo a muchos que se largan por su cuenta vendiendo lo que sea o rebuscándosela como pueden en un capitalismo que ponerle el apellido de “Salvaje” es una verdadera redundancia. Y para terminar esta descarga recuerdo ese chiste del tipo que llama a una amiga para contarle una historia novedosa tipo: “Ayer en mi trabajo me enteré que Madonna es un hombre “ Y la amiga le contesta: ___ Noooo ¡Tenés trabajooooo!!!!
Es muy triste vivir en un mundo donde el ser explotado se ha transformado en un privilegio que es lo mismo que la cadena perpetua donde no nos mandan a la guillotina pero nos van asesinando de a poquito.
Pero siempre habrá una salida ya que este mundo capitalista alguna vez dará paso a un sistema realmente libertario o estaremos todos fritos.
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