Cambio de Planes
Por: Darío Valle Risoto
Hacía tiempo que no veía una porquería de tal envergadura, no se si comenzar a pensar que cuando preestrenan este tipo de películas para testear la reacción del público contratan a testigos de Jehová o a viejas ciegas, porque no me puedo llegar a explicar tal falta de decoro al hacernos soportar este tipo de historias de mierda donde una pareja de prósperos jóvenes y lindos Yankees se tientan a quedarse con un grupo de chicos a saber: un africano, una china, un latino y una yanqui Vegana. Y todo porque quedaron huérfanos... nos lo repetirán 545 veces durante todo el filme.
¡Por Neptuno!, Acaso con hacernos llorar por los males de este mundo no basta porque también debemos soportar unas cancioncitas apestositas pop de una rubia que dan ganas de darle de golpes con un Bat de Béisbol hasta que el piso quede rojo. Para completar esta comedia racista, fascista y un poco insoportable el tipo trabaja fabricando motores para la aviación militar y viven en una casa que es un atentado a todo pudor porque una pareja que vive en una mansión de ese tipo se merecen ser atacados y sodomizados por una tropa de mandriles anarquistas.
¿Será de Disney? Pensé mientras intentaba terminarla pensando en que tal vez el padre adoptivo tenga sexo con la adolescente Hippona o el niño africano los elimine a hachazos a media noche… nada, ni siquiera la salmonella sería suficiente.
Por: Darío Valle Risoto
Hacía tiempo que no veía una porquería de tal envergadura, no se si comenzar a pensar que cuando preestrenan este tipo de películas para testear la reacción del público contratan a testigos de Jehová o a viejas ciegas, porque no me puedo llegar a explicar tal falta de decoro al hacernos soportar este tipo de historias de mierda donde una pareja de prósperos jóvenes y lindos Yankees se tientan a quedarse con un grupo de chicos a saber: un africano, una china, un latino y una yanqui Vegana. Y todo porque quedaron huérfanos... nos lo repetirán 545 veces durante todo el filme.
¡Por Neptuno!, Acaso con hacernos llorar por los males de este mundo no basta porque también debemos soportar unas cancioncitas apestositas pop de una rubia que dan ganas de darle de golpes con un Bat de Béisbol hasta que el piso quede rojo. Para completar esta comedia racista, fascista y un poco insoportable el tipo trabaja fabricando motores para la aviación militar y viven en una casa que es un atentado a todo pudor porque una pareja que vive en una mansión de ese tipo se merecen ser atacados y sodomizados por una tropa de mandriles anarquistas.
¿Será de Disney? Pensé mientras intentaba terminarla pensando en que tal vez el padre adoptivo tenga sexo con la adolescente Hippona o el niño africano los elimine a hachazos a media noche… nada, ni siquiera la salmonella sería suficiente.
Alguien que le dispare entre los ojos por favor
Los Yanquis y sus mascotas tercermundistas
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