El Hombre y la búsqueda de la autómata erótica
Por: Darío Valle Risoto
Acaso debamos sacarnos la careta y aceptar que la mayoría de los seres humanos tenemos un concepto del sexo bastante retorcido y que una gran porción de nuestro placer se basa en la concreción de nuestros deseos y nos importan bastante poco los de nuestra pareja. Romanticismo y amor son hermosas palabras que muchas veces sucumben cuando el egoísmo de nuestra búsqueda de satisfacción choca contra el razonable deseo de quién nos acompaña. ¿Y entonces?
Vivimos en una época donde no es demasiado aventurado pensar en que estamos llegando a una encrucijada, donde más tarde o más temprano deberemos optar por diferentes conceptos de felicidad donde la libertad cumplirá un rol puntual. Por lo tanto si la tecnología rápidamente se acerca a la inteligencia artificial y hay ya elementos que nos llevan a la posibilidad de crear seres humanoides a nuestro entero gusto, no faltarán muchos años para que tengamos la posibilidad de encargar una pareja tal y como nos plazca. ¿Ciencia ficción?
Mire a su alrededor y piense en toda la tecnología que lo rodea y ahora imagine esa misma habitación veinte años antes…
Se terminará con la sobrepoblación, los enfermos sexuales encontrarán donde saciar sus instintos y tal vez usted y yo encontremos al fin esa compañía ideal que solo existía en nuestra imaginación.
Por: Darío Valle Risoto
Acaso debamos sacarnos la careta y aceptar que la mayoría de los seres humanos tenemos un concepto del sexo bastante retorcido y que una gran porción de nuestro placer se basa en la concreción de nuestros deseos y nos importan bastante poco los de nuestra pareja. Romanticismo y amor son hermosas palabras que muchas veces sucumben cuando el egoísmo de nuestra búsqueda de satisfacción choca contra el razonable deseo de quién nos acompaña. ¿Y entonces?
Vivimos en una época donde no es demasiado aventurado pensar en que estamos llegando a una encrucijada, donde más tarde o más temprano deberemos optar por diferentes conceptos de felicidad donde la libertad cumplirá un rol puntual. Por lo tanto si la tecnología rápidamente se acerca a la inteligencia artificial y hay ya elementos que nos llevan a la posibilidad de crear seres humanoides a nuestro entero gusto, no faltarán muchos años para que tengamos la posibilidad de encargar una pareja tal y como nos plazca. ¿Ciencia ficción?
Mire a su alrededor y piense en toda la tecnología que lo rodea y ahora imagine esa misma habitación veinte años antes…
Se terminará con la sobrepoblación, los enfermos sexuales encontrarán donde saciar sus instintos y tal vez usted y yo encontremos al fin esa compañía ideal que solo existía en nuestra imaginación.
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