Por: Darío Valle Risoto
Estaré pensando que no existes
O que eres el producto de un sueño
Impredecible e inquieta
Entre tus labios de rojo fuego
Navega la brisa de mis deseos.
Yo sosegaré los vientos perpetuos
Y cambiaré la noche por día
Entre remolinos mi alma en pena
Encontró en ti la mejor isla.
Despeñaré mis huesos enfermos
Y mi vejez recuperará la simetría
No habrá más que mundos nuevos
Y en los continentes de tu piel
Conquistaré la eternidad sin prisa.
Llorabas nerviosa y era por mí
Acaso yo era tu felicidad y no lo sabía
Cuanto he merecido de vos mi premio
Por verte a mi lado ahora dormida.
Tocar tu pelo no tiene precio
Pero lo cambiaría por tus sonrisas
Es tu humor juvenil la lluvia
Que baña mi hogar ayer en cenizas.
Sombra del futuro son muchos años
Podría ser tu padre y tú mi niña
Pero felizmente fuimos dos extraños
Hasta que tomamos un café
Y me devolviste la alegría.
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