Las Religiones son la Muerte
Por: Darío Valle Risoto
Hace unos días ya una señora murió de anemia luego de sufrir un grave accidente, no murió de anemia por este, sino porque su familia se negó a que le hagan una transfusión de sangre ya que son Testigos de Jehová y entre tantas ideas absurdas de esta secta cristiana está el tema de la sangre.
Días después en un infame programa de radio entrevistan a un “Testigo” y este repite sucesivamente que tras largos estudios de La Biblia resulta que esta prohíbe especialmente que se transfunda sangre no se en que parte (Ni me interesa) de sus innumerables relatos.
Desde luego que vuelvo a sentir la furia que me embarga ante los grados superlativos de estupidez humana que llegan hasta a provocar la muerte de un ser querido o de uno mismo para no transgredir determinadas enseñanzas y toda esa bosta de pamplinas.
No puedo dejar de pensar en la decisión de los médicos en respetar eso y dejar que la mujer se muera así nomás, yo como profesional la salvaría igual, la acompañaría a la puerta del sanatorio y le daría un arma para que se vuele los sesos si así lo quiere pero no la dejaría morir dentro de un establecimiento que existe para intentar salvar vidas.
De todas maneras el mundo tiene una fanática menos y seguimos caminando rodeados de todo tipo de otarios manipulados por diversas interpretaciones de una serie de libros de los que nadie puede saber a ciencia cierta si se refieren a sucesos reales o los delirios de unos beduinos alcoholizados. Solo por dar una ejemplo.
Pensemos hipotéticamente que todo lo que la Biblia contiene es real, por lo menos vamos a creer que tiene cierta verdad en sus páginas. ¿Y que? ¿Acaso yo no tengo suficiente sentido común para manejarme en mi corta existencia sin necesidad de un manual de operaciones?
Tal parece que la gente común y silvestre nació para que unos pastores, sacerdotes o dirigentes espirituales les lleven de las narices para enriquecerse. Es triste pero no comprenderán nunca que se puede vivir plenamente siendo ateos porque hay enseñanzas en nuestra vida cotidiana que con solo un poco de observación sin idolatrías ni fe ni siquiera de milagros nos sirven para crecer como seres humanos. La vida transcurre desde hace miles de años de la misma manera, todo nace se desarrolla y muere y lo del medio solo queda librado a la ley del accidente.
Es posible cambiar sin embargo nuestra existencia solo a base de pequeñas acciones que nos lleven a que esta sea cada día más impecable, la búsqueda de la perfección puede ser una meta pero una perfección propia, personal e intransferible. Cada ser humano en pleno uso de sus facultades sabe lo que es bueno para si mismo o lo que le hace daño y si necesita un manual escrito para ello es que no está en sus cabales y sufre de algún desorden mental.
Recuerdo alguna frase atribuida al Budismo donde se contempla el equilibrio de las cosas: “El justo medio”, una vida equilibrada nos ayuda a mantenernos sanos y libres de excesos que a la larga nos perjudicarán.
Hoy estamos rodados de millones de fanáticos religiosos, gentes simples e idiotizadas que buscan en la fe las respuestas que otros les dan para manipularlos como corderos, ellos son el rebaño de ovejas que van al matadero, a morir como todos pero al menos cuando me llegue la última hora tendré la satisfacción de que nunca me llevaron de la nariz por la vida.
Encontré una página en Facebook donde se trata de conseguir la mayor cantidad posible de amigos para Jesucristo ¿?, no saben la cantidad de barbaridades que escribe la gente en ese sitio, da pena y bronca ver como se retroalimentan los delirios cristianaos a grados inusitados y luego llegamos a pensar en que solo los musulmanes son los únicos fanáticos religiosos. ¡Por favor!
Diferentes tribus de Zombies asolan el planeta
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