Dios vive en mi Inodoro

Dios vive en mi Inodoro

Por: Darío Valle Risoto

__Alguna religión tenés que tener.

Le dijo una mujer con escasas dotes para dar consejos a una conocida mía en razón de que probablemente al ser atéa y bastante anarquista era vista como una persona desvalida por aquella que sí tenía una fe tremenda en dios o quien sabe que deidades infintas.

Hace unos días los umbandistas le iniciaron dos juicios a los “Pare de Sufrir” hartos de los ataques explícitos a su religión por parte de estos pelotillas acusándolos de sucursales del demonio y muchas otras porquerías. También se preguntan como cualquier ciudadano un poco inteligente (No hace falta mucho): ¿De donde sacan la guita para construir templos millonarios?

En Brasil su pastor máximo, algo así como su propio Papa está siendo investigado por lavado de dinero y algunas estafillas así.

Pero la gente es idiota y cree, me bastó dar una vuelta canal por canal del cable para detenerme en los dos canales brasileños que tengo, en ambos a cierta hora de la noche hay programas evangélicos donde pastores con un severo caso de onanismo virtual convencen a una masa de individuos de acogerse a la protección de Cristo. ¿?

Y solo les pido que hagan lo mismo que yo y se detengan especialmente en los rostros de las personas que asisten a estos eventos cristianos para comprobar que en sus expresiones que no están bien de la chaveta, tienen un tornillo flojo y le faltan algunos caramelos de la cabeza. Sus ojos están perdidos en una dimensión ignota y hasta podemos adivinar una sonrisa entre orgásmica e idiota (Que más o menos es lo mismo) en sus rostros estupidizados.
 Nota: No se preocupen que en la televisión uruguaya también tenemos de esto y mucho.

La gran pregunta es: ¿Por qué carajo la mayoría de la humanidad necesita religiones?, bueno, lejos de ser un sociólogo y más cerca de ser un opinólogo de cuarta, advierto que es la misma premisa que hace que haya más lectores de Corin Tellado (Vieja novelista de choteces española) que de Cosmos (De Carl Sagan) o convoque más la última noticia del Vaticano que un hallazgo científico. Es decir que a los seres humanos no nos es cómodo usar el cerebro por lo que nos resulta más fácil que alguien piense por nosotros o que se deje llevar por un manual de lo que es bueno o malo. Léase: Biblia, Corán, El Capital, etc.

Por lo tanto una locura cuando es colectiva no es locura, por acto de fe se vuelve verdad, aunque sostenga cosas tan inverosímiles como que un tipo caminó sobre el agua, transmutó el agua en vino (No la misma) y que resucitó después de haber sido muerto en la cruz. Mucha gente cree en esto y hasta está dispuesta a matar por defender esta suerte de mitología copiada de cientos de historias más antiguas.

No he encontrado gente más ciega falsa e hipócrita que la mayoría de los cristianos que defienden una serie de valores imposibles de ser sostenidos por alguien con un poco de sentido común, como el de dar la otra mejilla o perdonar a aquellos que nos ofenden. A eso yo le llamo hipocresía porque nuestra naturaleza humana es violenta y no hay nada que hacerle.

Pero es tan fuerte la influencia de los conceptos cristianos en esta parte de occidente que influye aún en pensamientos libres como los libertarios anarquistas y he conocido a anarcos que sostienen con absoluto convencimiento que Jesús fue un anarquista. ¿?. Sobretodo me conmueve el hecho de que ni sabemos si el tipo existió de verdad porque muy probablemente haya sido un invento construido en base a determinados cánones antes utilizados para elaborar mitos como les Egipcios o los Persas entre otros.

En realidad no importa si Jesús o dios existen o existieron, lo realmente importante es este mundo real y presente donde es posible vivir con un pensamiento más práctico y alejarnos de idolatrías pelotudas que lo único que hacen es apartarnos de la verdadera felicidad: El conocimiento de nosotros mismos.

El concepto de «Dios» fue inventado como antítesis de la vida: concentra en sí, en espantosa unidad, todo lo nocivo, venenoso y difamador, todo el odio contra la vida.

El concepto de «más allá», de «mundo verdadero», fue inventado con el fin de desvalorizar el único mundo que existe, para no dejar a nuestra realidad terrenal ninguna meta, ninguna razón, ningún quehacer. El concepto de «alma», de «espíritu», y, en fin, incluso de «alma inmortal», fue inventado para despreciar el cuerpo, enfermarlo —volverlo «santo»—, para contraponer una

espantosa despreocupación a todo lo que merece seriedad en la vida, a las cuestiones de la alimentación, vivienda, régimen intelectual, asistencia a los enfermos, limpieza, clima. En lugar

de la salud, la «salvación del alma», es decir, una. folie circulaire [locura circular] que abarca desde las convulsiones de penitencia hasta las histerias de redención. El concepto de

«pecado» fue inventado al mismo tiempo que su correspondiente instrumento de tortura, el concepto de «libre albedrío», para obnubilar los instintos, con el propósito de convertir en una segunda naturaleza la desconfianza con respecto a ellos.

NIETZSCHE, Ecce homo, «Por qué soy un destino»