Buen Viaje Megumi y vuelve pronto
Por: Darío Valle Risoto
Hace algunos años descubrí que los mejores tesoros en la vida se tratan de guardar pequeños grandes momentos, en este caso gracias a César tuve el inmenso placer de conocer a Megumi Ono que vino unos pocos días a pasear desde su tierra natal en Japón. César las conoció en un baile de tango a ella y a su amiga la también excelente y simpática Kaori. Y este domingo tuve el honor de ir con todos ellos a una recorrida por el museo Blanes, por supuesto que el Parque Japonés que se encuentra en el mismo predio y luego fuimos a degustar algunas cañas con gustos, típicas del boliche “Los Yuyos”.
Para mí en lo personal conocer a estas dos bellas y simpáticas chicas japonesas me resulta por demás motivo de orgullo y creo que algo debo estar haciendo bien en la vida porque conocerlas es un verdadero premio. Nos reímos mucho tratando de que Megumi comprendiera algunas historias sobre los uruguayos a través de las pinturas de Blanes, también Kaori tuvo su trabajo tratando de traducirle a su amiga algunas palabras complicadas pero todo sirvió para estrechar lazos de amistad que espero perduren en el tiempo porque el espacio siempre es pequeño cuando se encuentra gente con corazón.
Uno de los mejores domingos de mi vida en muchísimo tiempo indudablemente.
Nota: Kaori trabaja en el Uruguay desde hace algún tiempo y esperamos se quede tanto como le sea posible desde luego.
PD: Cuando tenga fotos de nuestra visita al museo colgaré alguna para que también las conozcan.
Por: Darío Valle Risoto
Hace algunos años descubrí que los mejores tesoros en la vida se tratan de guardar pequeños grandes momentos, en este caso gracias a César tuve el inmenso placer de conocer a Megumi Ono que vino unos pocos días a pasear desde su tierra natal en Japón. César las conoció en un baile de tango a ella y a su amiga la también excelente y simpática Kaori. Y este domingo tuve el honor de ir con todos ellos a una recorrida por el museo Blanes, por supuesto que el Parque Japonés que se encuentra en el mismo predio y luego fuimos a degustar algunas cañas con gustos, típicas del boliche “Los Yuyos”.
Para mí en lo personal conocer a estas dos bellas y simpáticas chicas japonesas me resulta por demás motivo de orgullo y creo que algo debo estar haciendo bien en la vida porque conocerlas es un verdadero premio. Nos reímos mucho tratando de que Megumi comprendiera algunas historias sobre los uruguayos a través de las pinturas de Blanes, también Kaori tuvo su trabajo tratando de traducirle a su amiga algunas palabras complicadas pero todo sirvió para estrechar lazos de amistad que espero perduren en el tiempo porque el espacio siempre es pequeño cuando se encuentra gente con corazón.
Uno de los mejores domingos de mi vida en muchísimo tiempo indudablemente.
Nota: Kaori trabaja en el Uruguay desde hace algún tiempo y esperamos se quede tanto como le sea posible desde luego.
PD: Cuando tenga fotos de nuestra visita al museo colgaré alguna para que también las conozcan.
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