31: Appetite for destruction
Guns and Roses
Esta banda ascendió meteoricamente a la fama con su primer trabajo de 1987 (Hay un disco anterior que luego fue reeditado) que es un grandioso disco se lo mire por donde se lo mire (O se le oiga). Pero a riesgo de parecer mal intencionado cuando esta banda californiana salió a la palestra me asombró dicha fama porque desde todos los puntos de vista se parecen a Aerosmith y aún así fueron recibidos como un halo de vida en el siempre vapuleado mundo del hard rock.
Un cantante prodigioso y un guitarrista con más carisma escénica que aptitudes como Slash supieron amalgamar una banda de vida efímera pero con este disco enterito y muchos temas posteriores pasaron a la historia del Heavy Rock mundial dejándonos con esa sensación de “Quiero más” tras su más que temprana disolución.
Y aparte de que mucha gente estúpida le puso “Axel” a sus hijos varones, la banda Guns and Roses fue quizás el baluarte de una serie de grupos como: L.A.Guns, Testa, Queensryche, Kingdom Came, etc. Que aparecieron por los finales de los ochenta luego de la tormenta del Glam metal de fines de la década anterior.
Otro mérito de este gran disco fue que le abrió las puertas a muchos metaleritos muy jóvenes a un estilo mucho más profundo que los adolescentes gritos de Axel o la forma absolutamente desprolija de tocar la guitarra del tipo de la galera. Gracias a los Guns muchos comenzaron a escuchar bandas más grossas y eso es otro mérito.
Con una tapa censurada por su crudeza el disco destaca particularmente por los temas: Welcome to the Jungle, sweet child o’mine y Paradise City pero en verdad es de esos pocos discos que parecen como digo siempre para destacar lo fabuloso de estos un “Grandes éxitos”, es decir: Todo pero todo de putísima madre.
Esto junto al álbum negro de Metallica y Nevermind de Nirvana deberían ser obligatorios para todos los rockeros de ley.
Segunda tapa del mismo disco tras la censura a la original
No comments:
Post a Comment