La represiva izquierda uruguaya
Por: Darío Valle Risoto
Diversas medidas para acabar con la “inseguridad” nos ponen en tela de juicio los valores éticos de la izquierda uruguaya que pretende a fuerza de La Fuerza intentar combatir un flagelo que si bien es real está aumentado a grados mayúsculos por medio de las alarmantes y constantes coberturas de los medios masivos de comunicación de este país.
Por un lado podemos creer que la izquierda en el gobierno está cediendo a las constantes presiones de la derecha en ese sentido pero también podemos deducir fácilmente que varios sectores del Frente Amplio siempre han tenido un atractivo especial por el uso de la autoridad para acallar los problemas sociales. Esto es paradójico porque en la oposición se levantaban voces airadas por ejemplo contra las razzias en el gobierno de Sanguinetti y tras el suceso del hospital filtro cuando gobernaba Lacalle. Entre muchos sucesos en que el estado martillo calló siempre sobre los sectores más perjudicados.
Hoy en el gobierno no es sencillo evitar el deterioro cultural y la pérdida de valores de la gran mayoría de los ciudadanos y en siete años y poco más aún se intenta mejorar el paupérrimo sistema educativo del país con fórmulas a cual más absurdas y luchando contra gremios que en varias ocasiones han manifestado una limitada inteligencia para la lucha.
Por lo tanto tenemos que los delitos son achacados en su mayoría al flagelo de la droga y la pasta base que tiene más de leyenda urbana que de realidad, se planta como el Lex Luthor del sistema y por lo tanto una ley de internación compulsiva en estudio hará si es votada que todos los presuntos drogos que anden por la calle puedan ser internados y así separados de sus derechos porque un grupo de personas así lo entiendan. Esto se parece mucho a un sistema dictatorial o yo estoy exagerando.
Paradojas si las hay por otro lado se promete que se va a liberar la venta de mariguana aunque uno deba anotarse y así también el estado martillo podrá tener datos sobre todos los que fumen mariguana y llevar estadísticas. Así que tenemos leyes represivas y abusivas por un lado y por otro la promesa de hacer historia en el tema de liberar el porro porque presuntamente así también se combate el crimen. ¿?.
Otras leyes de diversa índole apuntan a un futuro estado policial donde las libertades individuales se irán limitando cada vez más en usufructo de una libertad colectiva donde habrá que ir viendo a que carajo le llaman libertad nuestros dirigentes que ya perdieron la memoria de luchas pasadas.
Un verdadero asco.
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