Un amor del 93
Por: Darío Valle Risoto
La impericia de amarla demasiado pronto
no fue la espera suficiente y se levantó el muro,
ella, solo ella entendía su propia locura
y él se creyó que todo era por puro amor.
Aquella tarde las lágrimas se enfriaron
en un alma atolondrada de hombre joven
y el espejo les mentía frases insuficientes
para encender un fuego largamente apagado.
Ocho cuadras quedaba la casa de muchos cuartos
y tocarla en la azotea fue un ritual obligado
no solo el sexo fue la meta largamente buscada
ni sus orgasmos productos de un amor real.
Pero realmente era la hermana de ella la mujer
y el se había equivocado desde el comienzo,
entonces preso de su inadaptado amor se fue
dejando la promesa de una pareja correcta
a cambio de un sueño imposible.
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