Super
Por: Darío Valle Risoto
No hace mucho cuando comentaba la película argentina “Un cuento chino” me refería a mi idea de que en el cine Argentino tanto como el Español siempre tengo la sensación de que sus películas o son muy buenas o muy malas con muy pocos términos medios y como ejemplo de películas a medio camino en su mayoría me refería al cine usamericano, en este caso “Super” me dejó con esa idea.
Pero como dijo un caníbal: “Vamos por partes”: es una película de un género felizmente muy revisado últimamente que es el de los superhéroes, por un lado las clásicas versiones y/o remakes de héroes del cómic más conocido y por otro lado se tratará de cómics no tan famosos o de ideas más o menos originales, creo que Super se trata de eso a menos que sea una historieta que desconozco pero poco importa en este caso.
Situada en la familiaridad de “Defendor” y “Kick Ass” nos encontramos con un tipo abandonado por su esposa adicta a las drogas que comienza a recibir un mensaje celestial para que combata el crimen encarnando a “Crimson Bolt” un superhéroe sin más poderes que una evidente alteración mental que lo lleva a cometer actos de violencia armado de una llave de tuercas y cargando un traje estrafalario.
El tema aquí es que el tratamiento de la historia tiene serios declives y uno de ellos es que la película se ve muy barata y con un tratamiento muy de cine independiente amén de que se desaprovechan algunas situaciones y se excede evidentemente a propósito con determinadas muestras explícitas de violencia. Liv Tyler y Ellen Page son excelentes actrices y el personaje de esta última como ayudante del héroe creo que salva la historia para mantenerme en esa idea de que terminé de ver una película tan buena como mala en partes iguales: Fifty Fifty dicen los yanquis y para mi la conclusión fue esta.
Ustedes decidirán y les adelanto que habrá algunos que dirán que es una obra maestra y otros que es una real porquería: Estoy de acuerdo con ambos.
Para terminar, si el personaje principal hubiera asistido a un buen siquiatra al principio, cuando la mujer lo va a cuernear con el narco, probablemente no habría historia que contar luego. Evidentemente en el mundo real solamente un alterado mental puede hacerla de superhéroe. Por otro lado los mensajes con asociaciones al cristianismo fanático como ciertas pistas sobre el latente totalitarismo fascista del protagonista ponen de manifiesto cierta tendencia en los últimos tiempos por “la justicia de propia mano”, tanto en el primer mundo como en estas tierras y eso en la realidad puede ser altamente peligroso.
Por: Darío Valle Risoto
No hace mucho cuando comentaba la película argentina “Un cuento chino” me refería a mi idea de que en el cine Argentino tanto como el Español siempre tengo la sensación de que sus películas o son muy buenas o muy malas con muy pocos términos medios y como ejemplo de películas a medio camino en su mayoría me refería al cine usamericano, en este caso “Super” me dejó con esa idea.
Pero como dijo un caníbal: “Vamos por partes”: es una película de un género felizmente muy revisado últimamente que es el de los superhéroes, por un lado las clásicas versiones y/o remakes de héroes del cómic más conocido y por otro lado se tratará de cómics no tan famosos o de ideas más o menos originales, creo que Super se trata de eso a menos que sea una historieta que desconozco pero poco importa en este caso.
Situada en la familiaridad de “Defendor” y “Kick Ass” nos encontramos con un tipo abandonado por su esposa adicta a las drogas que comienza a recibir un mensaje celestial para que combata el crimen encarnando a “Crimson Bolt” un superhéroe sin más poderes que una evidente alteración mental que lo lleva a cometer actos de violencia armado de una llave de tuercas y cargando un traje estrafalario.
El tema aquí es que el tratamiento de la historia tiene serios declives y uno de ellos es que la película se ve muy barata y con un tratamiento muy de cine independiente amén de que se desaprovechan algunas situaciones y se excede evidentemente a propósito con determinadas muestras explícitas de violencia. Liv Tyler y Ellen Page son excelentes actrices y el personaje de esta última como ayudante del héroe creo que salva la historia para mantenerme en esa idea de que terminé de ver una película tan buena como mala en partes iguales: Fifty Fifty dicen los yanquis y para mi la conclusión fue esta.
Ustedes decidirán y les adelanto que habrá algunos que dirán que es una obra maestra y otros que es una real porquería: Estoy de acuerdo con ambos.
Para terminar, si el personaje principal hubiera asistido a un buen siquiatra al principio, cuando la mujer lo va a cuernear con el narco, probablemente no habría historia que contar luego. Evidentemente en el mundo real solamente un alterado mental puede hacerla de superhéroe. Por otro lado los mensajes con asociaciones al cristianismo fanático como ciertas pistas sobre el latente totalitarismo fascista del protagonista ponen de manifiesto cierta tendencia en los últimos tiempos por “la justicia de propia mano”, tanto en el primer mundo como en estas tierras y eso en la realidad puede ser altamente peligroso.
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