Ozzy Osbourne: Príncipe de las Tinieblas

OZZY OSBOURNE
EL PRÍNCIPE DE LAS TINIEBLAS
Por: Darío Valle Risoto

Lo primero que escuché de Black Sabbath fue un cassette mugriento que me prestó Juan Torradefló allá por 1982, ni siquiera tenía el nombre de los temas porque venía sin caja, pero la verdad que me costó aceptar a primeras oídas esa nueva música. Poco tiempo después me informé sobre esta banda de Birminham y unos pocos años después ya tenía suficientemente escuchado de Sabbath como para llamarme fanático, tanto que el primer riff que saqué con mi guitarra eléctrica fue el del tema: Symptom of the universe del disco Sabotage.
Curiosamente en 1982 Black Sabbath ya no tenía a su cantante Ozzy osbourne entre sus integrantes y su lugar era ocupado por Ronnie James Dio, no pasó mucho tiempo para encontrarme con los trabajos solistas de Ozzy: Blizzard of Ozz y Diario de un Loco (Diary of a Madman) que me impactaron, no solo por su sonido moderno sino porque Randy Rhoads era algo así como un Van Halen mucho más aguerrido y metalero.
Pero en realidad me quiero detener en Ozzy; no es necesario ser un gran oidor de música para darnos cuenta que no tiene una gran voz ni afina demasiado bien, aunque en los últimos años ha mejorado lo suficiente. ¿Por qué es el más grande exponente del Heavy Metal entonces?. Por pura trayectoria y algo que determina la mayoría de las veces un sitial privilegiado dentro del rock: La Magia.

Black Sabbath: Reunión de los originales: Butler, Iommi, Ward y abajo Ozzy

Ozzy tiene una magia especial en todas sus composiciones que se sobrepone a técnicas, virtuosismos y hasta a la acotada estética del Metal porque Ozzy Osbourne trasmite mucha buena onda aunque nos cante sobre brujas y demonios. Su mujer Sharon que también es su manager lo ha dirigido durante su trayectoria solista como una amante madre que ha hecho que un alcohólico consumidor de sustancias non sanctas sobreviva y no solo cree obras alucinantes sino que también se de el lujo de aparecer en televisión en uno de los pocos realyties shows que se dejan ver.
Nacido el 3 de Diciembre de 1948 este año cumplirá sesenta pirulines y sigue cada día más joven, loco y metálico, tan así que su último disco “Black Rain” es majestuoso y una obra imprescindible para los amantes del rock pesado o no.
En pocos días estará en el Quilmes Rock en Buenos Aires y aunque podría costeármelo he decidido no ir para mantener mi economía más o menos saneada, en el año 1995 había venido pero tampoco y por razones mucho más personales me fue imposible ir, de todas formas no necesito ir a verlo para saber que será un show increíble y que nacerán miles de nuevos fanáticos de entre aquellos que vayan sin conocerlo demasiado.
Es curiosa su trayectoria porque salvo dos o tres temas contados, nunca estuvo en los rankings de moda y sin embargo siempre supo reeditarse y reedificar su carrera aún a costa de la trágica muerte de Randy o el despido del genial Jackie E. Lee su posterior guitarrista. Hoy con Zakk Wilde que toca las seis cuerdas desde 1988 su banda se ha afianzado lo suficiente como para ensombrecer al mismo Black Sabbath que por más de veinte años ha tratado de sobrevivir liderada por Tommy Iommi su líder y guitarrista.
Ozzy es más Black Sabbath que Black Sabbath no por tener mejores composiciones y mucho menos por ser un cantante lírico perfecto sino porque esencialmente se quedó con el espíritu de esa bruja que desde Birmingham Inglaterra fundó un estilo denominado Heavy Metal que aún le rinde tributo a la libertad y el volumen del rock and roll.

Esta nota fue publicada en el 2008 en otro blog