Esa Sombra del Invierno
Por: Darío Valle Risoto
Acodado en el mostrador
un frio solitario me invade
bebo triste el vaso helado
del licor hiriente y es tu reflejo
ese reflejo iridiscente de sonrisas
flechas de sangre que me lastiman
como la pertinaz llovizna
como la dolorosa ceniza.
Estaba en calma sepultado
en mi cotidiana falta de calor
cuando te asomaste malherida
sometiendo sombras,
sembrando dolores trasnochados
y quise penetrarte
el corazón y la carne
no solo la carne...penetrarte.
Supe que era imposible
amarte trataba de no amarte
pero estabas en aquel sueño de sol
contra este invierno atemorizante
bebería el frío, cortaría la sangre
mordería tus labios,
bajaría a calentarte,
te rompería la soledad
te abrigaría sin soltarte
compartiría tu libertad
para así...liberarme.
Acodado en el mostrador
un frío solitario me invade
bebo triste el vaso helado
del licor hiriente y es tu reflejo
esa melodía de tango que me invade
te supe acontecida
de amores malditos, de mensajes
esa sonrisa y tu boca
que se mueve al hablar
y por dentro me arde.
Quiero tenerte desnuda
y por amor penetrarte
por primera vez despertar no solo
y no solo poder amarte
quiero que seas la premisa
de este invierno que me abate
calurosa, desnuda, feliz de la vida
yo solo quiero...
consolarte, mi amor...
consolarte
para por fin en esta llovizna
no congelarme.
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