Por Darío Valle Risoto
Para un fanático de Jackie Chan como yo, encontrar una película donde interpreta un papel muy diferente a los habituales y de todas maneras forma parte de una increíble obra maestra de aquellas que hacía tiempo uno no veía, es más que raro.
En este caso puedo decir que Shinjuku Incident es tal vez sino el mejor trabajo de Jackie, uno de los mejores no solo porque el guión es perfecto abordando la historia de un inmigrante Chino en Japón sino porque no hace ni comedia y tampoco se destaca por sus dotes de luchador en ningún momento y sin embargo esta película es una excelente radiografía sobre los inmigrantes en Japón y sobre las conexiones entre la mafia Yakuza donde su particular forma de abordar las esferas del poder siempre será atractiva para nosotros los occidentales.
En los procesos de criminalización de estos inmigrantes encontraremos que solo la tragedia será el previsible final, allí un hombre que buscaba a su amor en otras tierras se enfrentará a esta mujer casada con un líder mafioso y además deberá sobrevivir en un ambiente muy hostil donde los Chinos y taiwanesas son discriminados por los locales.
En este filme observaremos que al mejor estilo “El Padrino”, nadie estará exento de la venganza y no será nada auspiciante la presencia de un policía que mantendrá todo lo posible la deuda de honor con el protagonista mientras este al escalar puestos de poder deberá observar como sus subalternos mutan a personas despreciables. Habrá la posibilidad de redención con una nueva mujer pero acaso ya los dados estarán echados cuando se superponen ciertos códigos de honor.
Una magnífica película que les aseguro los mantendrá absortos porque esto demuestra que Jackie Chan es aún mejor actor de lo que sabíamos.
En este caso puedo decir que Shinjuku Incident es tal vez sino el mejor trabajo de Jackie, uno de los mejores no solo porque el guión es perfecto abordando la historia de un inmigrante Chino en Japón sino porque no hace ni comedia y tampoco se destaca por sus dotes de luchador en ningún momento y sin embargo esta película es una excelente radiografía sobre los inmigrantes en Japón y sobre las conexiones entre la mafia Yakuza donde su particular forma de abordar las esferas del poder siempre será atractiva para nosotros los occidentales.
En los procesos de criminalización de estos inmigrantes encontraremos que solo la tragedia será el previsible final, allí un hombre que buscaba a su amor en otras tierras se enfrentará a esta mujer casada con un líder mafioso y además deberá sobrevivir en un ambiente muy hostil donde los Chinos y taiwanesas son discriminados por los locales.
En este filme observaremos que al mejor estilo “El Padrino”, nadie estará exento de la venganza y no será nada auspiciante la presencia de un policía que mantendrá todo lo posible la deuda de honor con el protagonista mientras este al escalar puestos de poder deberá observar como sus subalternos mutan a personas despreciables. Habrá la posibilidad de redención con una nueva mujer pero acaso ya los dados estarán echados cuando se superponen ciertos códigos de honor.
Una magnífica película que les aseguro los mantendrá absortos porque esto demuestra que Jackie Chan es aún mejor actor de lo que sabíamos.
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