Por: Darío Valle Risoto
El director Neil Jordan es de por si una garantía de calidad, este filme no es la excepción y realmente es de esas películas mágicas no solo por su fantasía, que la tiene, sino por una energía emanada de sus locaciones en irlanda y porque nos embriaga una banda sonora de pura música Celta.
Sencilla historia de un pescador que encuentra algo inesperado entre sus redes, una mujer presuntamente una sirena de las profundidades del océano. La relación con esta bella chica que canta y aumenta los peces y los camarones para este hombre del mar será impredecible. Una hermosa niña en silla de ruedas por un problema renal, será un personaje tan interesante como los primeros protagonistas, ella nos llevará de la mano por estas hermosas tierras de mitos y realidades que se mezclan para hacer de gentes simples y toscas parte de un mundo surrealista.
Muy buen trabajo que nos trae a un Colin Farrell por suerte alejado de varios espantosos papeles que desempeñó para el cine usamericano, dos ejemplos: Miami Vice y Swat.
Les recomiendo especialmente esta película a aquellos que tienen una sensibilidad especial para las historias mitológicas y saben dilucidar en un mundo gris como el nuestro que hay muchas ocasiones donde la magia nos mira a los ojos, tal vez emergiendo de las redes de la soledad.
El director Neil Jordan es de por si una garantía de calidad, este filme no es la excepción y realmente es de esas películas mágicas no solo por su fantasía, que la tiene, sino por una energía emanada de sus locaciones en irlanda y porque nos embriaga una banda sonora de pura música Celta.
Sencilla historia de un pescador que encuentra algo inesperado entre sus redes, una mujer presuntamente una sirena de las profundidades del océano. La relación con esta bella chica que canta y aumenta los peces y los camarones para este hombre del mar será impredecible. Una hermosa niña en silla de ruedas por un problema renal, será un personaje tan interesante como los primeros protagonistas, ella nos llevará de la mano por estas hermosas tierras de mitos y realidades que se mezclan para hacer de gentes simples y toscas parte de un mundo surrealista.
Muy buen trabajo que nos trae a un Colin Farrell por suerte alejado de varios espantosos papeles que desempeñó para el cine usamericano, dos ejemplos: Miami Vice y Swat.
Les recomiendo especialmente esta película a aquellos que tienen una sensibilidad especial para las historias mitológicas y saben dilucidar en un mundo gris como el nuestro que hay muchas ocasiones donde la magia nos mira a los ojos, tal vez emergiendo de las redes de la soledad.
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