Doscientos años de la quinta de la Paraguaya
Y de pelotillas
Por: Darío Valle Risoto
Un gran acto del bicentenario en la principal avenida 18 de Julio de Montevideo tuvo y tendrá al centro de la ciudad semi paralizado porque cuatro escenarios romperán la tradicional poca calma de transeúntes y conductores por varios días para que la gente festeje durante algunas horas una mezcla heterogénea que va desde músicos de cumbias, cuerdas de tambores al tango y quizás varias… perdón, solo una banda de Rock: La Tabaré. Al final unos catalanes harán saltos ornamentales sobre el monumento de Artigas y finalizará todo con fuegos artificiales.
Bien que se precien de ello, todos los gobiernos agasajan a su población con diversas fiestas, desde que a un romano por allá lejos se le ocurrió fundar el circo para que la plebe se entretenga y por algunos momentos se olvide de cosas pelotudas como el hambre, la educación o las escuelas públicas.
No se trata de amargar una fiesta ni mucho menos, a lo mejor pudo haber algún desfile militar, pero no lo sé, este gobierno a veces se acuerda de que era de izquierdas o a lo mejor todo pasa por exacerbar aquel viejo sentido patriótico que contempla Maracaná, la murga, la viejita y el mate amargo para irla llevando.
Año jodido donde los consejos de salarios tienen a varios gremios en pugna y el Pit Cnt, la central de trabajadores que no pudo salir con lista única y los trabajadores tuvieron que elegir entre varias. ¿No se trata de eso la democracia?, pero ya sabemos que los bolches cocinan mejor que el Gato Dumas cuando estaba vivo y fuman abajo del agua aún sobre una garrafa. ¿Recuerdan la maniobra de la intendencia?
Especialistas en dejarnos elegir de entre todas sus opciones que siempre se parecen a una, o están conmigo o están sin migo dijo un dictador y parece que la moral de ese pensamiento se ha trasladado a ámbitos mucho más cercanos.
La gente quiere joda aunque se gastara un millón y medio de dólares por una fiesta que se pudo hacer por ejemplo en el parque Batlle y así no molestar el tránsito y al trabajo de muchísima gente y se pudieron convocar solo a músicos que toquen gratis y de acá, gracias de todas maneras a Kristina Kirscher por mandarnos a los insoportables de Las Pelotas y a dos bandas que no conoce ni el loro.
Lo original estuvo por el regreso de Rumbo…si los que hicieron el himno frenteamplista de “A redoblar”, dan ganas de suicidarse cada vez que se escucha pero bueh…
A último momento confirmaron los Olimareños que por vigésima vez se juntan por última vez, después la lista fue tan interesante que quedarme en casa y cortarme las uñas de los pies escuchando un disco de Pimpinela era más feliz que ir.
Dicen que en la quinta de la Paraguaya hace doscientos años se juntaron varios tipos para emanciparse, estaba de moda en América y no era para menos, después hubo varios agites hasta que se fueron todos a la marcha del éxodo oriental siguiendo al Pepe que era terrible líder, casi como el Mick Jager de aquellos tiempos.
Para colmo Rivera jodía y jodía con que los indios eran unos desbolados, se la pasaban chupando y no entendían nada de ser orientales… a fin de que orientales de verdad son los chinos y los milicos uruguayos… bueno, Fructuoso era más mercenario que soldado, todos sabemos.
Y con algunas cosas en medio llegamos acá, mientras veo que sobra guita como siempre para algunas cosas y falta para otras, me hace recordar a esos tíos que eran re pobres y se endeudaron hasta las bolas para hacerle la fiesta de quince a Patricia olvidándose que vivían en un cantegril y tenían trece hijos.
La fiesta estuvo buena, pero uno que es medio resentido social no podía tragar los canapés entre tanto derroche manifiesto.
Y de pelotillas
Por: Darío Valle Risoto
Un gran acto del bicentenario en la principal avenida 18 de Julio de Montevideo tuvo y tendrá al centro de la ciudad semi paralizado porque cuatro escenarios romperán la tradicional poca calma de transeúntes y conductores por varios días para que la gente festeje durante algunas horas una mezcla heterogénea que va desde músicos de cumbias, cuerdas de tambores al tango y quizás varias… perdón, solo una banda de Rock: La Tabaré. Al final unos catalanes harán saltos ornamentales sobre el monumento de Artigas y finalizará todo con fuegos artificiales.
Bien que se precien de ello, todos los gobiernos agasajan a su población con diversas fiestas, desde que a un romano por allá lejos se le ocurrió fundar el circo para que la plebe se entretenga y por algunos momentos se olvide de cosas pelotudas como el hambre, la educación o las escuelas públicas.
No se trata de amargar una fiesta ni mucho menos, a lo mejor pudo haber algún desfile militar, pero no lo sé, este gobierno a veces se acuerda de que era de izquierdas o a lo mejor todo pasa por exacerbar aquel viejo sentido patriótico que contempla Maracaná, la murga, la viejita y el mate amargo para irla llevando.
Año jodido donde los consejos de salarios tienen a varios gremios en pugna y el Pit Cnt, la central de trabajadores que no pudo salir con lista única y los trabajadores tuvieron que elegir entre varias. ¿No se trata de eso la democracia?, pero ya sabemos que los bolches cocinan mejor que el Gato Dumas cuando estaba vivo y fuman abajo del agua aún sobre una garrafa. ¿Recuerdan la maniobra de la intendencia?
Especialistas en dejarnos elegir de entre todas sus opciones que siempre se parecen a una, o están conmigo o están sin migo dijo un dictador y parece que la moral de ese pensamiento se ha trasladado a ámbitos mucho más cercanos.
La gente quiere joda aunque se gastara un millón y medio de dólares por una fiesta que se pudo hacer por ejemplo en el parque Batlle y así no molestar el tránsito y al trabajo de muchísima gente y se pudieron convocar solo a músicos que toquen gratis y de acá, gracias de todas maneras a Kristina Kirscher por mandarnos a los insoportables de Las Pelotas y a dos bandas que no conoce ni el loro.
Lo original estuvo por el regreso de Rumbo…si los que hicieron el himno frenteamplista de “A redoblar”, dan ganas de suicidarse cada vez que se escucha pero bueh…
A último momento confirmaron los Olimareños que por vigésima vez se juntan por última vez, después la lista fue tan interesante que quedarme en casa y cortarme las uñas de los pies escuchando un disco de Pimpinela era más feliz que ir.
Dicen que en la quinta de la Paraguaya hace doscientos años se juntaron varios tipos para emanciparse, estaba de moda en América y no era para menos, después hubo varios agites hasta que se fueron todos a la marcha del éxodo oriental siguiendo al Pepe que era terrible líder, casi como el Mick Jager de aquellos tiempos.
Para colmo Rivera jodía y jodía con que los indios eran unos desbolados, se la pasaban chupando y no entendían nada de ser orientales… a fin de que orientales de verdad son los chinos y los milicos uruguayos… bueno, Fructuoso era más mercenario que soldado, todos sabemos.
Y con algunas cosas en medio llegamos acá, mientras veo que sobra guita como siempre para algunas cosas y falta para otras, me hace recordar a esos tíos que eran re pobres y se endeudaron hasta las bolas para hacerle la fiesta de quince a Patricia olvidándose que vivían en un cantegril y tenían trece hijos.
La fiesta estuvo buena, pero uno que es medio resentido social no podía tragar los canapés entre tanto derroche manifiesto.
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