Army Men
Por: Darío Valle Risoto
Cuando chico no había ni de cerca la diversidad de juguetes de hoy día, mayoritariamente los varones jugaban a la pelota, cosa que me quedaba vedada por mi asma amén de que no me gustaba nada. Por otro lado jugar a “los soldaditos” era la gran cosa además de muy barato ya que se compraban de a uno en las tiendas Tata en la sección cotillón.
Pero cierta vez mi padre me compró una caja con catorce soldados de la real policía montada del Canadá y en otras ocasiones me trajo unos federales argentinos a caballo y también unos cowboys de rodeo.
En navidad siempre me dejaban algunos lo que se transformó en unos trescientos soldados, cowboys, indios, etc. que todavía conservo dentro de una caja en alguna parte de la casa.
Claro que las computadoras personales formaban parte de la ciencia ficción así como las consolas de videojuegos por lo que ya grande cuando me compro la querida gris de playstation me encuentro con la maravilla de estos juegos de soldaditos verdes que rememoran a los que aparecen en Toy Story pero indudablemente son la puesta a punto moderna y con vida de aquella afición de horas tirado en el pequeño patio de casa haciendo ruido de disparos y explosiones con la boca.
Muy buena serie la de Army Men, tengo un par y pasaron por mi gris como seis versiones diferentes, creativos los que lo hicieron porque está notable cumplir misiones en patios, sobre camas, saltar por bibliotecas, escritorios o esconderse dentro de latas de refrescos. Indudablemente una de las mejores ideas en video juegos.
Por: Darío Valle Risoto
Cuando chico no había ni de cerca la diversidad de juguetes de hoy día, mayoritariamente los varones jugaban a la pelota, cosa que me quedaba vedada por mi asma amén de que no me gustaba nada. Por otro lado jugar a “los soldaditos” era la gran cosa además de muy barato ya que se compraban de a uno en las tiendas Tata en la sección cotillón.
Pero cierta vez mi padre me compró una caja con catorce soldados de la real policía montada del Canadá y en otras ocasiones me trajo unos federales argentinos a caballo y también unos cowboys de rodeo.
En navidad siempre me dejaban algunos lo que se transformó en unos trescientos soldados, cowboys, indios, etc. que todavía conservo dentro de una caja en alguna parte de la casa.
Claro que las computadoras personales formaban parte de la ciencia ficción así como las consolas de videojuegos por lo que ya grande cuando me compro la querida gris de playstation me encuentro con la maravilla de estos juegos de soldaditos verdes que rememoran a los que aparecen en Toy Story pero indudablemente son la puesta a punto moderna y con vida de aquella afición de horas tirado en el pequeño patio de casa haciendo ruido de disparos y explosiones con la boca.
Muy buena serie la de Army Men, tengo un par y pasaron por mi gris como seis versiones diferentes, creativos los que lo hicieron porque está notable cumplir misiones en patios, sobre camas, saltar por bibliotecas, escritorios o esconderse dentro de latas de refrescos. Indudablemente una de las mejores ideas en video juegos.
No comments:
Post a Comment