SaltPor: Darío Valle Risoto
Cuando se recorre el trilladísimo subgénero de aventuras sobre espías y agentes yanquis y/o rusos es posible que nos encontremos el mayor tedio en grandes escenas de acción o intentemos suicidarnos cuando salen a la palestra planes de dominación peores que los de cualquier villano de James Bond durante la guerra fría.
Ya manifesté antes que tengo los cataplines llenos por películas donde los protagonistas son empleados de agencias secretas, policías o soldados usamericanos.De todas formas siempre aparece alguna que se salva, este no es el caso.
Salt es bastante mala y tiene un solo mérito: Angelina Jolie. Y pienso que desde la trilogía Bourne pocos filmes dentro de este vasto y fascista género que pretende mostrarnos a los represores de la sociedad como benefactores de esta han sido realmente buenos, la lista siempre será escasa para quién como yo busque que lo sorprendan frente a la pantalla.
Ni siquiera la salva la enclenque historia de amor, el villano es poco creíble (Si, lo hay si llegan vivos al final), tampoco es demasiado funcional los saltos de un camión al otro en la autopista a menos que se trate de Matrix... etc.
Hay cierta familiaridad con el personaje de Nikita pero tampoco la brillantés de esta creación de Luc Besón; en tanto niños adiestrados por el gobierno para cumplir misiones, etc.
Si solo buscan acción la hay, bastante bien ejecutada, Salt casi es una superheroína salvándose de un montón de agentes que son unos inútiles o ella es la prima de Superman (¿Otra referencia al comic?), le falta algo de sexo, una pizca de humor y guionistas más inteligentes en el maravilloso arte de mentirnos en la oscuridad de la sala. Un amigo me dijo un día: “Yo voy al cine para que me mientan, pero que me mientan bien”. Salt miente muy mal…pero tiene a Angelina Jolie.
Cuando se recorre el trilladísimo subgénero de aventuras sobre espías y agentes yanquis y/o rusos es posible que nos encontremos el mayor tedio en grandes escenas de acción o intentemos suicidarnos cuando salen a la palestra planes de dominación peores que los de cualquier villano de James Bond durante la guerra fría.
Ya manifesté antes que tengo los cataplines llenos por películas donde los protagonistas son empleados de agencias secretas, policías o soldados usamericanos.De todas formas siempre aparece alguna que se salva, este no es el caso.
Salt es bastante mala y tiene un solo mérito: Angelina Jolie. Y pienso que desde la trilogía Bourne pocos filmes dentro de este vasto y fascista género que pretende mostrarnos a los represores de la sociedad como benefactores de esta han sido realmente buenos, la lista siempre será escasa para quién como yo busque que lo sorprendan frente a la pantalla.
Ni siquiera la salva la enclenque historia de amor, el villano es poco creíble (Si, lo hay si llegan vivos al final), tampoco es demasiado funcional los saltos de un camión al otro en la autopista a menos que se trate de Matrix... etc.
Hay cierta familiaridad con el personaje de Nikita pero tampoco la brillantés de esta creación de Luc Besón; en tanto niños adiestrados por el gobierno para cumplir misiones, etc.
Si solo buscan acción la hay, bastante bien ejecutada, Salt casi es una superheroína salvándose de un montón de agentes que son unos inútiles o ella es la prima de Superman (¿Otra referencia al comic?), le falta algo de sexo, una pizca de humor y guionistas más inteligentes en el maravilloso arte de mentirnos en la oscuridad de la sala. Un amigo me dijo un día: “Yo voy al cine para que me mientan, pero que me mientan bien”. Salt miente muy mal…pero tiene a Angelina Jolie.
Una película con sabor a muy poco
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