Por: Darío Valle Risoto
Indudablemente esta película está entre mis comedias preferidas de todos los tiempos por muchos factores que darían varias páginas para enumerarles. Para comenzar Michael Keaton luce aquí en su mejor momento como actor nada menos que interpretando cuatro personalidades diferentes en una historia absolutamente entretenida e inteligente.
Podremos reflexionar que en este mundo moderno será necesario muchas veces multiplicarnos para cumplir con tantas labores que nos vamos ganando a base de compromisos y afectos, de eso se trata el centro de la historia donde Doug se las verá difíciles para cumplir como padre, marido y sobretodo en su empleo como constructor.
La solución vendrá de parte de los avances genéticos lo que le reportará alguna que otra mejora a su vida pero para nosotros será un desparramo de gags, diálogos inteligentes y el lucimiento de la gran Andie Mc Dowell como la sufrida esposa.
Doug se clona, una, dos, tres veces, una copia de copia no sale muy bien, un adicto al trabajo bastante machista y un comedido metro sexual completan la línea de ayuda genética y hay problemas como cumplir con la regla número uno: No acostarse con la esposa de Doug.
Recuerdo que tenía esta película en VHS y con la muerte de esta tecnología me deshice de muchos videos cassettes en la basura hace unos cuatro años con la consiguiente idea de que algunas cintas eran irrecuperables. Pero siempre está Zardoz para escuchar a los desvalidos.
Y por si no la vi suficiente acabo de disfrutarla completita luego de pegarle los subtítulos, sigo pensando que es una comedia magnífica y que al menos para mi es un verdadero clásico moderno en este estilo como: Despedida de soltero o Quisiera ser grande (Big)… bueno, hay algunas más felizmente pero no tantas.
Recordemos que es un trabajo de 1996 y que a casi quince años de su estreno las tecnologías en cuanto a imagen generada por ordenador avanzaron mucho, sin embargo los efectos son absolutamente verosímiles y no le he encontrado ninguna falla a la multiplicación de los actores.
Y si muchas veces reniego del cine usamericano por su reiterada y prepotente inclusión de héroes milicos, me saco el sombrero por sus grandes comedias y sus sitcoms para televisión, hay que reconocer que en yanquilandia se hacen muchas cosas muy buenas todavía.
Indudablemente esta película está entre mis comedias preferidas de todos los tiempos por muchos factores que darían varias páginas para enumerarles. Para comenzar Michael Keaton luce aquí en su mejor momento como actor nada menos que interpretando cuatro personalidades diferentes en una historia absolutamente entretenida e inteligente.
Podremos reflexionar que en este mundo moderno será necesario muchas veces multiplicarnos para cumplir con tantas labores que nos vamos ganando a base de compromisos y afectos, de eso se trata el centro de la historia donde Doug se las verá difíciles para cumplir como padre, marido y sobretodo en su empleo como constructor.
La solución vendrá de parte de los avances genéticos lo que le reportará alguna que otra mejora a su vida pero para nosotros será un desparramo de gags, diálogos inteligentes y el lucimiento de la gran Andie Mc Dowell como la sufrida esposa.
Doug se clona, una, dos, tres veces, una copia de copia no sale muy bien, un adicto al trabajo bastante machista y un comedido metro sexual completan la línea de ayuda genética y hay problemas como cumplir con la regla número uno: No acostarse con la esposa de Doug.
Recuerdo que tenía esta película en VHS y con la muerte de esta tecnología me deshice de muchos videos cassettes en la basura hace unos cuatro años con la consiguiente idea de que algunas cintas eran irrecuperables. Pero siempre está Zardoz para escuchar a los desvalidos.
Y por si no la vi suficiente acabo de disfrutarla completita luego de pegarle los subtítulos, sigo pensando que es una comedia magnífica y que al menos para mi es un verdadero clásico moderno en este estilo como: Despedida de soltero o Quisiera ser grande (Big)… bueno, hay algunas más felizmente pero no tantas.
Recordemos que es un trabajo de 1996 y que a casi quince años de su estreno las tecnologías en cuanto a imagen generada por ordenador avanzaron mucho, sin embargo los efectos son absolutamente verosímiles y no le he encontrado ninguna falla a la multiplicación de los actores.
Y si muchas veces reniego del cine usamericano por su reiterada y prepotente inclusión de héroes milicos, me saco el sombrero por sus grandes comedias y sus sitcoms para televisión, hay que reconocer que en yanquilandia se hacen muchas cosas muy buenas todavía.
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