Por: Darío Valle Risoto
Inspirada en un cuento de Fontanarrosa esta pequeña gran obra del cine argentino es una película inmensamente disfrutable por sus grandes actuaciones y por sobre todas las cosas porque aborda un tema que hoy día parece haber quedado irremediablemente muerto en el pasado: Nuestros valores y principios.
Todo comienza cuando el nuevo director de la empresa donde trabaja Castilla colecciona unas viejas revistas y el protagonista tiene el número que le falta para completar la colección, pero hay un pequeño problema: Ese número tiene un gran valor sentimental porque contiene la foto del padre de este veterano empleado.
Desde allí en adelante se volverá una obsesión conseguir esa revista para el jefe y un verdadero problema para un hombre que siempre se mantuvo fiel a sus ideales.
Surgirá la eterna pregunta: ¿Cuánto valen tus principios?, ¿A cuanto venderías tus convicciones?
Una muy interesante radiografía que escapa a lo rioplatense para entrar indudablemente en una cuestión tan universal como estos valores que hoy día vemos casi perimidos, giros, marchas y contramarchas, el acoso de la familia, viejos compinches que aparecen y lo ponen frente a esta disyuntiva será el leit motiv de una obra maestra costumbrista y plena de reflexiones que nos acompañarán aún luego de terminar el filme.
El viejo amigo revolucionario que ahora ya no lo es, la confrontación con su hija que casi no ve, los valores, las metas y los bienes materiales que se oponen a la férrea convicción de un hombre en los últimos recodos de su vida que poco a poco podrá encontrar la redención o no… Les invito a verla, es casi obligatoria.
Inspirada en un cuento de Fontanarrosa esta pequeña gran obra del cine argentino es una película inmensamente disfrutable por sus grandes actuaciones y por sobre todas las cosas porque aborda un tema que hoy día parece haber quedado irremediablemente muerto en el pasado: Nuestros valores y principios.
Todo comienza cuando el nuevo director de la empresa donde trabaja Castilla colecciona unas viejas revistas y el protagonista tiene el número que le falta para completar la colección, pero hay un pequeño problema: Ese número tiene un gran valor sentimental porque contiene la foto del padre de este veterano empleado.
Desde allí en adelante se volverá una obsesión conseguir esa revista para el jefe y un verdadero problema para un hombre que siempre se mantuvo fiel a sus ideales.
Surgirá la eterna pregunta: ¿Cuánto valen tus principios?, ¿A cuanto venderías tus convicciones?
Una muy interesante radiografía que escapa a lo rioplatense para entrar indudablemente en una cuestión tan universal como estos valores que hoy día vemos casi perimidos, giros, marchas y contramarchas, el acoso de la familia, viejos compinches que aparecen y lo ponen frente a esta disyuntiva será el leit motiv de una obra maestra costumbrista y plena de reflexiones que nos acompañarán aún luego de terminar el filme.
El viejo amigo revolucionario que ahora ya no lo es, la confrontación con su hija que casi no ve, los valores, las metas y los bienes materiales que se oponen a la férrea convicción de un hombre en los últimos recodos de su vida que poco a poco podrá encontrar la redención o no… Les invito a verla, es casi obligatoria.
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