Tips para la Seducción 2
Por: Darío Valle Risoto
Sin lugar a dudas hasta los espíritus más fuertes tienen la necesidad de alguien que los quiera, sentirse amados es la mejor de las sensaciones que puede experimentar un ser humano y sin embargo parece lejana la experiencia cuando estamos inmersos en una sociedad donde ocultar los sentimientos parece ser la mejor forma de sobrevivir.
De todas maneras toda relación evoluciona hacia pocos ítems, no hay muchas posibilidades si vamos a las grandes ligas…digamos. O si o no, nos quieren o no nos quieren, tan simple como esto, pero resulta que cuando vamos a la vida real no es tan claro como parece y se complica mucho la cosa.
No nos quieren, bueno, eso se puede comprender aunque existan esos amores porfiados que pretenden conquistar tierras extrañas a fuerza de romanticismo, porfía y una suerte de obsesión que indefectiblemente terminan en fracaso o en una relación medio torcida.
Por otra parte si: ¡¡¡Aleluya pibe o piba!!!!
Si te quieren, bárbaro, notable, cool, demás, etc.
El tema es que te quieran bien o te quieran mal, dos buenas posibilidades en esta suerte de futuros alternativos para una relación.
La mayoría de la gente nos quiere mal, es cierto, tristemente cierto y verdadero es que muchas parejas quieren mal a sus compañeros de turno anteponiendo egoísmos, materialismos y toda suerte de patologías de la relación en una suerte de contienda por la satisfacción que redunda en situaciones donde poco margen queda para desarrollarse más no sea entre eternos conflictos interiores y exteriores.
De esto tiene la culpa una larga lista de desórdenes afectivos aprendidos durante muchos años donde el machismo, la represión de nuestros anhelos y la carencia de una verdadera comunicación nos llevaron a ir de fracaso en fracaso, de esto casi siempre se llevan la peor parte las mujeres.
Muchas parejas han zozobrado porque uno de ellos es un idiota celoso y absorbente que se cree que no hay vida después de la pareja, el matrimonio o el hogar. Como quiera que sea.
En este caso nos quieren mal, nos tratan de capitalizar para transformarnos en una extensión de la pareja que está continuamente sometida a esta. De esto hay innumerables ejemplos pero también debemos reconocer que hay gente que es feliz dedicándole la vida al otro y si esto es así bienvenido sea aunque uno piense diferente.
Que nos quieran bien.
Que nos quieran bien significa ante todo que nos admiren y respeten y por ende tengamos la capacidad de desarrollarnos como individuos lo más plenos posibles aún conviviendo con alguien.Podremos tener nuestros amigos, relaciones profesionales, de estudio, religión, etc. fuera de la pareja y esto deberá ser un aliciente para compartir con nuestros compañeros las experiencias y así crecer juntos.
Poco podremos avanzar en la vida si la persona más importante para nosotros no nos comprende y respeta los espacios, probablemente sea hasta nuestra mejor amistad pero aún así debemos tener nuestro sector personal e infranqueable, esto es primordial para cualquier ser humano que quiera crecer como persona y no ser un adorno en el mobiliario del hogar.
Por otro lado he conversado hasta el cansancio sobre estos temas de la seducción y nunca dejarán de asombrarme aquellas personas que al inicio de una relación la echan a perder elucubrando todo lo que podría pasar si… esto o aquello. Como dijo mi viejo amigo: “Nunca te podrás enamorar de alguien con quién no hiciste el amor” y yo le agregaría que: “Mucho menos te podrías enamorar de alguien que antes de hacerlo ya te cascó los huevos con un montón de bobadas”
Por: Darío Valle Risoto
Sin lugar a dudas hasta los espíritus más fuertes tienen la necesidad de alguien que los quiera, sentirse amados es la mejor de las sensaciones que puede experimentar un ser humano y sin embargo parece lejana la experiencia cuando estamos inmersos en una sociedad donde ocultar los sentimientos parece ser la mejor forma de sobrevivir.
De todas maneras toda relación evoluciona hacia pocos ítems, no hay muchas posibilidades si vamos a las grandes ligas…digamos. O si o no, nos quieren o no nos quieren, tan simple como esto, pero resulta que cuando vamos a la vida real no es tan claro como parece y se complica mucho la cosa.
No nos quieren, bueno, eso se puede comprender aunque existan esos amores porfiados que pretenden conquistar tierras extrañas a fuerza de romanticismo, porfía y una suerte de obsesión que indefectiblemente terminan en fracaso o en una relación medio torcida.
Por otra parte si: ¡¡¡Aleluya pibe o piba!!!!
Si te quieren, bárbaro, notable, cool, demás, etc.
El tema es que te quieran bien o te quieran mal, dos buenas posibilidades en esta suerte de futuros alternativos para una relación.
La mayoría de la gente nos quiere mal, es cierto, tristemente cierto y verdadero es que muchas parejas quieren mal a sus compañeros de turno anteponiendo egoísmos, materialismos y toda suerte de patologías de la relación en una suerte de contienda por la satisfacción que redunda en situaciones donde poco margen queda para desarrollarse más no sea entre eternos conflictos interiores y exteriores.
De esto tiene la culpa una larga lista de desórdenes afectivos aprendidos durante muchos años donde el machismo, la represión de nuestros anhelos y la carencia de una verdadera comunicación nos llevaron a ir de fracaso en fracaso, de esto casi siempre se llevan la peor parte las mujeres.
Muchas parejas han zozobrado porque uno de ellos es un idiota celoso y absorbente que se cree que no hay vida después de la pareja, el matrimonio o el hogar. Como quiera que sea.
En este caso nos quieren mal, nos tratan de capitalizar para transformarnos en una extensión de la pareja que está continuamente sometida a esta. De esto hay innumerables ejemplos pero también debemos reconocer que hay gente que es feliz dedicándole la vida al otro y si esto es así bienvenido sea aunque uno piense diferente.
Que nos quieran bien.
Que nos quieran bien significa ante todo que nos admiren y respeten y por ende tengamos la capacidad de desarrollarnos como individuos lo más plenos posibles aún conviviendo con alguien.Podremos tener nuestros amigos, relaciones profesionales, de estudio, religión, etc. fuera de la pareja y esto deberá ser un aliciente para compartir con nuestros compañeros las experiencias y así crecer juntos.
Poco podremos avanzar en la vida si la persona más importante para nosotros no nos comprende y respeta los espacios, probablemente sea hasta nuestra mejor amistad pero aún así debemos tener nuestro sector personal e infranqueable, esto es primordial para cualquier ser humano que quiera crecer como persona y no ser un adorno en el mobiliario del hogar.
Por otro lado he conversado hasta el cansancio sobre estos temas de la seducción y nunca dejarán de asombrarme aquellas personas que al inicio de una relación la echan a perder elucubrando todo lo que podría pasar si… esto o aquello. Como dijo mi viejo amigo: “Nunca te podrás enamorar de alguien con quién no hiciste el amor” y yo le agregaría que: “Mucho menos te podrías enamorar de alguien que antes de hacerlo ya te cascó los huevos con un montón de bobadas”
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