Los Supervivientes de Atenas
Por: Darío Valle Risoto
___¿Cuándo llega Marcelo?
___Ya te lo dije y no me diste pelota, llega el martes.
Lourdes inevitablemente miró al igual que su marido hacia el aparador del living donde descansaba una foto en blanco y negro con un abigarrado grupo de jóvenes y entusiastas universitarios.
___¡Pensar que solo quedamos cuatro!. ___Dijo tomando el portarretratos, desde luego que estaban ella y su marido cuando solo eran compañeros de filosofía 2.
___Y nosotros fuimos los únicos que nos casamos. ___Agregó Nestor mientras dejaba el mate sobre el mismo mueble y le daba un beso cerca de la oreja como a ella le gusta.
___Veinte años sin verlo, ¿Cómo estará?, ¿Seguirá siendo...?
___¿Maricón?
___¡Por favor!: Comunista quise decir.
Nestor se encogió de hombros.
Y el día llegó, Nestor y Lourdes fueron al aeropuerto a esperar a Marcelo, en el viaje su marido tuvo que reconocer que Internet servía para algo, así habían localizado a su viejo compinche de la facultad veinte años después, desde 1975 que no veían a aquel inquieto revolucionario de pelos largos y dialéctica sin igual en las asambleas del claustro.
Casi no reconocieron al calvo que llegaba por el corredor del aeropuerto tirando de una enorme y gigantesca valija y acompañado de una muchacha muy joven que le ayudaba a moverla sobre unas rueditas dudosas.
___Georgétte, ne marchez pas si vite mon dieu, ¡Amigos!___ Su cara se iluminó y dejó a la flaca parisina sola con la carga a riesgo de derrumbarse.
Los abrazos efusivos y el raro perfume no evitaron que reconocieran al viejo amigo que instaba a la rebelión en plena dictadura uruguaya.
Los dejaron en un hotel del centro porque se resistió a pernoctar en su casa, de regreso Lourdes llamó a Juan para decirle que había llegado el que completaría el cuarteto.
___Si, pelado, tenés que verlo, tiene una novia más joven, casi una niña...
___¡Por favor Lourdes!
El fin de semana siguiente viajaron a Solymar, Georgette iba con Lourdes en el asiento de atrás y preguntaba entusiasmada sobre cada cosa que veía como si fuera... bueno, una niña.
___¿Y siguen casados che!, ¡Que maravilla!
___Tuvimos nuestros problemas, pero ahora estamos mejor...o resignados, como quieras decirle.___ Agregó Nestor mientras miraba a la calle y esperaba un golpe de su mujer sentada detrás.
___Pelotilla, mirá por donde manejas y dejate de decir pavadas.
Marcelo miró hacia atrás cruzando sus ojos plegados de arrugas y le sonrió a la que alguna vez fue la segunda más linda de la clase.
___¿Y Adriana Suarez?___ Esa era la primera.
___Lo último que supimos fue que se fue a México por el mismo tiempo en que vos te rajaste y más nada como con los demás, se los tragó la tierra.
___Todo se puso difícil, mis padres consiguieron irse a Suecia y por supuesto que me arriaron con ellos, imagínense: ¡De Cerro Colorado a Escandinavia!.
___Et puis, ma chérie uruguayenne Paris
___Hablá en español que no te entienden un carajo. Después de Estocolmo estuve en Londres un año, luego si crucé a París y me afinqué___ Ella frunció el ceño, no le gustaban los ingleses, se apoyó en el asiento delantero y le dio un beso en la mejilla, Marcelo se movió para correrlo a sus labios mientras Lourdes advertía que la chica no se afeitaba debajo de los brazos.
Cuando llegaron al chalecito Juan salió junto a su esposa, Leticia al menos tenía una con quién poder compartir la ajenidad al grupo de Atenas.
En el fondo junto al parrillero se sentaron en semicírculo, Georgette miraba a Pipo el perro Pastor Alemán atado a buena distancia y conversaba con la dueña de casa mientras que Juan miraba a Marcelo extrañado.
___Ahora me dejas más tranquilo, yo estaba pelado en aquellos años y vos eras un hippie peludo y comunista, ¡que envidia le tenía a tus lanas!.___ Juan estaba excesivamente gordo, pero tenía la misma sonrisa y el carácter absolutamente transparente de aquellos años de estudios y política.
___Bueno, podemos decir que con el cabello se me fueron viniendo abajo algunas ideas y que alejarme del país me hizo más bien que mal, además ahora tengo a Georgétte. ___Miró a la parisina que se había parado e investigaba de cerca esos trozos de ganado uruguayo que se doraban lentamente sobre la parrilla, aparentemente toda una novedad.
___¡El grupo de Atenas!, ¿Se acuerdan?, Le pusimos así porque íbamos a bailar al club Atenas y todos pensaban que era por los pensadores griegos___ Los miró y los rostros de la nostalgia fueron elocuentes, Lourdes pensó en muchos de los que no estaban allí.
___¿Tienen hijos?
___¿Quiénes?
___Todos, ustedes, ¿Tienen hijos?
Juan miró sonriendo a su mujer que dejó de explicarle a Georgette que el asado era algo más que comerse un animal y se acercó al grupo, se sirvió un poco de martini y sonrió.
___Tenemos dos hijos, un casal: Daniel y Lucía, ahora están en Montevideo porque tenían un cumpleaños de unos amigos y ustedes tienen a Sixto.___ Contestó Juan aprovechando a dejar su vaso y darle vuelta a los chorizos con él trinche.
___Si, Sixto ya tiene veintiuno, cuando Marcelo se fue yo estaba embarazada.___ Agregó Lourdes con un dejo de tristeza en los ojos.
La reunión terminó en guitarreada y todos tomaron bastante, Georgette contra toda predicción comió mucho asado, chinchulines, choto, riñones, chorizos, morcillas dulces y saladas y el vino casero echo por el padre de la esposa de Juan. Y se acostó la flaca y con una pancita que parecía una lombriz que se comió una aceituna.
___Creo que tu novia franchute está borracha. ___Dijo Juan con los ojos enrojecidos y la palabra algo esquiva por el vino.
___La amo y no saben como folla, ¡es un infierno!.
Todos se rieron menos Lourdes que había tomado mucho menos.
Se quedaron a dormir en unos colchones, era verano y todo servía, las horas casi tocaron el amanecer y cuando el sol hizo levantar no solo a los pájaros cantores, Lourdes se levantó y se puso a lavar los platos y vasos para evitarle tanto trabajo a Leticia. Se sobresaltó cuando Marcelo salió eructando del baño y cerrándose la bragueta.
___Creo que tomé demasiado.
___Sos mayor de edad.
___Lourdes, seguís tan linda como... , Lourdes, tengo una duda, tu hijo, me quede pensando, ¿Estabas embarazada cuando yo me fui a Suecia?
___Es nuestro hijo, si, claro, mío y tuyo ___Dijo sin mirarlo mientras le agregaba detergente a la esponja.
___ Je ne peux pas le croire!... ¡Nunca me lo dijiste!
___ Nestor era mi novio en aquella época pero fue contigo que no me cuidé, fue solo un momento, te fuiste y en realidad con los años Nestor ha sido su padre mejor que nadie y lo amo cada día más.
Adentro en el living tirado sobre la colchoneta su esposo sonrió, esa última frase de su mujer le salvó la vida, siempre había sabido que Sixto no era suyo porque hay cosas que se perciben más allá de los sentidos.
Por: Darío Valle Risoto
___¿Cuándo llega Marcelo?
___Ya te lo dije y no me diste pelota, llega el martes.
Lourdes inevitablemente miró al igual que su marido hacia el aparador del living donde descansaba una foto en blanco y negro con un abigarrado grupo de jóvenes y entusiastas universitarios.
___¡Pensar que solo quedamos cuatro!. ___Dijo tomando el portarretratos, desde luego que estaban ella y su marido cuando solo eran compañeros de filosofía 2.
___Y nosotros fuimos los únicos que nos casamos. ___Agregó Nestor mientras dejaba el mate sobre el mismo mueble y le daba un beso cerca de la oreja como a ella le gusta.
___Veinte años sin verlo, ¿Cómo estará?, ¿Seguirá siendo...?
___¿Maricón?
___¡Por favor!: Comunista quise decir.
Nestor se encogió de hombros.
Y el día llegó, Nestor y Lourdes fueron al aeropuerto a esperar a Marcelo, en el viaje su marido tuvo que reconocer que Internet servía para algo, así habían localizado a su viejo compinche de la facultad veinte años después, desde 1975 que no veían a aquel inquieto revolucionario de pelos largos y dialéctica sin igual en las asambleas del claustro.
Casi no reconocieron al calvo que llegaba por el corredor del aeropuerto tirando de una enorme y gigantesca valija y acompañado de una muchacha muy joven que le ayudaba a moverla sobre unas rueditas dudosas.
___Georgétte, ne marchez pas si vite mon dieu, ¡Amigos!___ Su cara se iluminó y dejó a la flaca parisina sola con la carga a riesgo de derrumbarse.
Los abrazos efusivos y el raro perfume no evitaron que reconocieran al viejo amigo que instaba a la rebelión en plena dictadura uruguaya.
Los dejaron en un hotel del centro porque se resistió a pernoctar en su casa, de regreso Lourdes llamó a Juan para decirle que había llegado el que completaría el cuarteto.
___Si, pelado, tenés que verlo, tiene una novia más joven, casi una niña...
___¡Por favor Lourdes!
El fin de semana siguiente viajaron a Solymar, Georgette iba con Lourdes en el asiento de atrás y preguntaba entusiasmada sobre cada cosa que veía como si fuera... bueno, una niña.
___¿Y siguen casados che!, ¡Que maravilla!
___Tuvimos nuestros problemas, pero ahora estamos mejor...o resignados, como quieras decirle.___ Agregó Nestor mientras miraba a la calle y esperaba un golpe de su mujer sentada detrás.
___Pelotilla, mirá por donde manejas y dejate de decir pavadas.
Marcelo miró hacia atrás cruzando sus ojos plegados de arrugas y le sonrió a la que alguna vez fue la segunda más linda de la clase.
___¿Y Adriana Suarez?___ Esa era la primera.
___Lo último que supimos fue que se fue a México por el mismo tiempo en que vos te rajaste y más nada como con los demás, se los tragó la tierra.
___Todo se puso difícil, mis padres consiguieron irse a Suecia y por supuesto que me arriaron con ellos, imagínense: ¡De Cerro Colorado a Escandinavia!.
___Et puis, ma chérie uruguayenne Paris
___Hablá en español que no te entienden un carajo. Después de Estocolmo estuve en Londres un año, luego si crucé a París y me afinqué___ Ella frunció el ceño, no le gustaban los ingleses, se apoyó en el asiento delantero y le dio un beso en la mejilla, Marcelo se movió para correrlo a sus labios mientras Lourdes advertía que la chica no se afeitaba debajo de los brazos.
Cuando llegaron al chalecito Juan salió junto a su esposa, Leticia al menos tenía una con quién poder compartir la ajenidad al grupo de Atenas.
En el fondo junto al parrillero se sentaron en semicírculo, Georgette miraba a Pipo el perro Pastor Alemán atado a buena distancia y conversaba con la dueña de casa mientras que Juan miraba a Marcelo extrañado.
___Ahora me dejas más tranquilo, yo estaba pelado en aquellos años y vos eras un hippie peludo y comunista, ¡que envidia le tenía a tus lanas!.___ Juan estaba excesivamente gordo, pero tenía la misma sonrisa y el carácter absolutamente transparente de aquellos años de estudios y política.
___Bueno, podemos decir que con el cabello se me fueron viniendo abajo algunas ideas y que alejarme del país me hizo más bien que mal, además ahora tengo a Georgétte. ___Miró a la parisina que se había parado e investigaba de cerca esos trozos de ganado uruguayo que se doraban lentamente sobre la parrilla, aparentemente toda una novedad.
___¡El grupo de Atenas!, ¿Se acuerdan?, Le pusimos así porque íbamos a bailar al club Atenas y todos pensaban que era por los pensadores griegos___ Los miró y los rostros de la nostalgia fueron elocuentes, Lourdes pensó en muchos de los que no estaban allí.
___¿Tienen hijos?
___¿Quiénes?
___Todos, ustedes, ¿Tienen hijos?
Juan miró sonriendo a su mujer que dejó de explicarle a Georgette que el asado era algo más que comerse un animal y se acercó al grupo, se sirvió un poco de martini y sonrió.
___Tenemos dos hijos, un casal: Daniel y Lucía, ahora están en Montevideo porque tenían un cumpleaños de unos amigos y ustedes tienen a Sixto.___ Contestó Juan aprovechando a dejar su vaso y darle vuelta a los chorizos con él trinche.
___Si, Sixto ya tiene veintiuno, cuando Marcelo se fue yo estaba embarazada.___ Agregó Lourdes con un dejo de tristeza en los ojos.
La reunión terminó en guitarreada y todos tomaron bastante, Georgette contra toda predicción comió mucho asado, chinchulines, choto, riñones, chorizos, morcillas dulces y saladas y el vino casero echo por el padre de la esposa de Juan. Y se acostó la flaca y con una pancita que parecía una lombriz que se comió una aceituna.
___Creo que tu novia franchute está borracha. ___Dijo Juan con los ojos enrojecidos y la palabra algo esquiva por el vino.
___La amo y no saben como folla, ¡es un infierno!.
Todos se rieron menos Lourdes que había tomado mucho menos.
Se quedaron a dormir en unos colchones, era verano y todo servía, las horas casi tocaron el amanecer y cuando el sol hizo levantar no solo a los pájaros cantores, Lourdes se levantó y se puso a lavar los platos y vasos para evitarle tanto trabajo a Leticia. Se sobresaltó cuando Marcelo salió eructando del baño y cerrándose la bragueta.
___Creo que tomé demasiado.
___Sos mayor de edad.
___Lourdes, seguís tan linda como... , Lourdes, tengo una duda, tu hijo, me quede pensando, ¿Estabas embarazada cuando yo me fui a Suecia?
___Es nuestro hijo, si, claro, mío y tuyo ___Dijo sin mirarlo mientras le agregaba detergente a la esponja.
___ Je ne peux pas le croire!... ¡Nunca me lo dijiste!
___ Nestor era mi novio en aquella época pero fue contigo que no me cuidé, fue solo un momento, te fuiste y en realidad con los años Nestor ha sido su padre mejor que nadie y lo amo cada día más.
Adentro en el living tirado sobre la colchoneta su esposo sonrió, esa última frase de su mujer le salvó la vida, siempre había sabido que Sixto no era suyo porque hay cosas que se perciben más allá de los sentidos.
FIN
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