Como perder el tiempo bien lindo
Por: Darío Valle Risoto
Nota publicada en otro blog el 23/9/2008
¿En que hogar uruguayo no hubo un aparatito de estos durante los ochentas?
No se en que momento o el año, pero recuerdo aquel día en que con mucho esfuerzo me compré mi primer consola de “family” exactamente como la de la foto, también recuerdo que adquirí un cassette con un solo juego con algo de plata que me dio mi vieja porque aún no habían llegado las consolas con juegos incluidos. Tenía un curioso game donde un tanquecito intentaba defender un águila resguardada arriba en el centro de la pantalla por ladrillos, esta era atacada por otros tanques y entonces volaban los minutos y las pantallas se iban haciendo cada vez más complicadas, también se podía jugar de a dos.
Los Familys eran nada más y nada menos que las copias chinas de los primeros Nintendos y se trataba de un interesante adelanto de la tecnología del entretenimiento que nos llevaba a casa prácticamente todos los juegos que nos quitaban cientos de pesos en las llamadas “maquinitas”, “Fichines” para los argentinos o salones de juegos en castellano.
Por lo tanto el Pacman, el Galaxian, el Arkanoid y muchos otros se transformaron en comedores de nuestras horas de asueto y hasta una obsesión para algunos, amen del salvataje electrónico de los padres para mantener a sus hijos dentro de casa. Desde ese momento proliferaron más niños pálidos y muchas bicicletas se herrumbraron en los rincones.
Los más grandes celebramos tertulias y competencias donde el que llevaba mayor puntaje se ufanaba de ello, nunca olvidaré que le gané a muchos jugando a ese quemadero de cabeza inventado por un ruso: El Tetris; juego en que siempre me destacaba.
En ese momento no teníamos idea que iban en muy poco tiempo a ser historia estos juegos de extrema simplicidad y soniditos repetitivos para darle paso a las Playstations que revolucionaron la historia de las consolas personales, más tarde tendríamos los ordenadores (Pc o computadoras) donde algunos continúan compitiendo en mundos virtuales.
Con esta escueta nota quiero rendirle homenaje a las consolitas baratas y populares de Family que aún andan en la vuelta, hijas directas de los vejetes Ataris y abuelas orgullosas de lo que vendrá.
Si recuerdan otros juegos me los mencionan, me acordé de otro: El Contra, una especie de Rambo en plataforma y si de plataformas hablamos... desde luego: Mario Bross.
No se en que momento o el año, pero recuerdo aquel día en que con mucho esfuerzo me compré mi primer consola de “family” exactamente como la de la foto, también recuerdo que adquirí un cassette con un solo juego con algo de plata que me dio mi vieja porque aún no habían llegado las consolas con juegos incluidos. Tenía un curioso game donde un tanquecito intentaba defender un águila resguardada arriba en el centro de la pantalla por ladrillos, esta era atacada por otros tanques y entonces volaban los minutos y las pantallas se iban haciendo cada vez más complicadas, también se podía jugar de a dos.
Los Familys eran nada más y nada menos que las copias chinas de los primeros Nintendos y se trataba de un interesante adelanto de la tecnología del entretenimiento que nos llevaba a casa prácticamente todos los juegos que nos quitaban cientos de pesos en las llamadas “maquinitas”, “Fichines” para los argentinos o salones de juegos en castellano.
Por lo tanto el Pacman, el Galaxian, el Arkanoid y muchos otros se transformaron en comedores de nuestras horas de asueto y hasta una obsesión para algunos, amen del salvataje electrónico de los padres para mantener a sus hijos dentro de casa. Desde ese momento proliferaron más niños pálidos y muchas bicicletas se herrumbraron en los rincones.
Los más grandes celebramos tertulias y competencias donde el que llevaba mayor puntaje se ufanaba de ello, nunca olvidaré que le gané a muchos jugando a ese quemadero de cabeza inventado por un ruso: El Tetris; juego en que siempre me destacaba.
En ese momento no teníamos idea que iban en muy poco tiempo a ser historia estos juegos de extrema simplicidad y soniditos repetitivos para darle paso a las Playstations que revolucionaron la historia de las consolas personales, más tarde tendríamos los ordenadores (Pc o computadoras) donde algunos continúan compitiendo en mundos virtuales.
Con esta escueta nota quiero rendirle homenaje a las consolitas baratas y populares de Family que aún andan en la vuelta, hijas directas de los vejetes Ataris y abuelas orgullosas de lo que vendrá.
Si recuerdan otros juegos me los mencionan, me acordé de otro: El Contra, una especie de Rambo en plataforma y si de plataformas hablamos... desde luego: Mario Bross.
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