Aquellos chicos de Xavier
Por Darío Valle Risoto
Si la compañía Marvel solo hubiera inventado a los X-Men ya sería un gran paso en la historia del comic, sin embargo el maestro de maestros Stan Lee ya tenía paridos nada menos que a los Cuatro Fantásticos y a Spider-man. Podríamos decir entonces que este es otro tándem más de superhéroes que se unen para luchar por la verdad y la justicia y la respuesta sería: Si claro y no también.
Vamos a ponernos en perspectiva, hablamos de los Estados Unidos a princípios de la década del sesenta, cuando ser comunista era feo y tener un amigo negro o gay peor. Años conflictivos donde los jóvenes veían que el sueño americano era un tinglado que escondía represión, prejuicios y mentes tan estrechas como el mejor manifiesto Nacional Socialista. De todas formas no podemos creer que el querido Stan fuera un gran izquierdista y me inclino en pensar en que era un liberal (Léase: liberal desde el concepto Norteamericano) en ese momento.
Judío él como su querido compinche y dibujante Jack Kirby. Entonces podemos deducir que estos dos hebreos sabían mucho de persecución por ser diferentes, no habían pasado siquiera tres décadas desde los hornos infames de la Alemania Aria.
Hace un par de años vi un documental donde Kevin Smith entrevistaba a Stan y este le decía que a la hora de crear a los X-Men estaba un tanto harto de esos accidentes fatales que hacían de un tipo común un héroe, léase: explosión gama, picadura de insecto o caída en los ojos de materiales radiactivos. Solo por citar tres ejemplos. Entonces pensó en que sería grandioso que la evolución pegara un salto y de buenas a primeras nacieran niños con ciertas particularidades.
Bueno, todo muy lindo pero luego de los primeros 66 números dejaron de salir las aventuras de los jóvenes mutantes que sabiamente conducía Xavier intentando que los humanos comunes vivan en paz con aquellos que nacían con alguna cosa rara.
Recuero que con unos quince años comencé a comprar unas ediciones Españolas, me parece que de Vértice ediciones ¿?, donde en un formato grande conocí a estos mutantes, lamentablemente eran en blanco y negro y aquí en Uruguay venían los sobrantes de Argentina y por lo tanto no era muy aventurero darnos cuenta que llegaban algunos números si y muchos no, para colmo a mi viejo le gustaban las revistas en colores y yo me las apañaba para convencerlo de que igual estaban buenas. Inútilmente.
A partir de 1981 vuelven a aparecer estos mutantes pero enriquecidos con nuevos personajes, no era que fueran insuficientes ya que en los 66 números iniciales no se agotaba la población en Jean Grey, Cíclope, Bestia, Angel y Hielito, había muchos más de los buenos y de los otros porque Magneto dirigía la hermandad de mutantes que estaban del lado de hacernos saber a los humanos comunes que ellos tenían el poder.
Hoy a través de los tiempos comprovamos que Stan Lee hizo un manifiesto en cómic contra la discriminación y nos puso en cientos de páginas la disyuntiva de ser diferentes en un mundo que parece querer que todos seamos igualitos, lindos, respetuosos, blancos y rubios.
Wolverine, Storm y la nueva imagen de Beast, sumados a Gambit y Nighcrawler tal ves sean los personajes de los nuevos tiempos donde la desesperanza crea hombres que no cejan en sus ideales aún por medio de la violencia si es necesario. (ver: Che Guevara).
Por lo tanto allí los tenemos en comics, videojuegos, fichines, posters, camisetas, el cine y los dibujos animados, son la Patrulla X, Los X-Men que continuamente nos muestran que el amor y el odio nada tienen que ver con las apariencias sino con el sentido común.
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