Evolución a la Perfección

EVOLUCIÓN A LA PERFECCIÓN
Recibo y Publico de Silvia Valle, Muchas gracias

La vida es la marcha de la imperfección a la perfección. Hay progreso cuando los objetos inanimados se vuelven animados. Hay mayor progreso cuando los seres animados se transforman en organismos metazoos multicelulares, estructuras cada vez más complicadas. El ser humano es el ser más elevado, el ser de estructura más perfecta. El ser humano es, por consiguiente, un animal perfeccionado. Pero ello es el comienzo del progreso para la humanidad. Los humanos aún tienen que lograr una mayor perfección física, intelectual y espiritual. El avance hacia la perfección, Dios, es la verdadera naturaleza humana (dharma). El retroceder hacia la imperfección va en contra de la verdadera característica del ser (adharma). Lo primero es la vida, lo último es la muerte. Por consiguiente, la marcha humana hacia la animalidad no es vida, es muerte.

Ninguna actividad está libre de fricción u obstáculos. Aún al caminar se interpone la fuerza de gravedad. El avance hacia la perfección está obstaculizado por todas las fuerzas de la imperfección, o del mal. Lo pecaminoso, lo burdo, lo mezquino, obstruyen todo desplazamiento para la expansión de la mente humana. Pero la perfección, que es el avance en dirección a Dios, no debe causarles miedo; sigan adelante. Los obstáculos se irán por el desagüe, a donde pertenecen. Ustedes progresarán.

La misión de la vida humana es avanzar hacia la perfección, hacia Dios. Éste es el deber de cada uno. En esta lucha, las fuerzas del mal están destinadas a ser vencidas. Así ha sido siempre, y la historia se repetirá. Ustedes no tienen derecho a descansar hasta que hayan cumplido su misión de ser perfectos, de ser divinos, de autoafirmarse en la perfección. El descanso es pecado puesto que detiene este avance. No descansen hasta que hayan alcanzado la meta.

(“La Gracia de Bábá, 151”)