42: Nevermind: Nirvana

42: Nevermind

Nirvana

Por: Darío Valle Risoto

Realmente no se si este disco es esencial en mi discoteca y la verdad que lo agrego porque pienso que en la década del noventa pocos artistas de Rock masivo tuvieron trabajos dignos de destacar, tal vez juntos con el Black Album de Metallica estos albumes sean de lo poco de bueno que nos trajo el rock pesado desde un punto de vista masivo ya que no debemos olvidar que en Europa al menos desde la mitad de los ochenta aparecen muchas bandas de metal sinfónico, death metal y Black muy destacables más son para algunos pocos metaleros que buscan por fuera del sistema comercial.

Pero será necesario analizar el Nevermind como un trabajo absolutamente independiente de la corta trayectoria de la banda ya que ninguno de los otros tres discos de Nirvana tienen un mínimo de interés para quién suscribe, más no sea alguna cosita suelta, pero este que ahora comento es realmente muy bueno dentro del Punk Rock depresivo mal llamado “Rock alternativo” o lo que es peor: “Grunge” como si antes  las bandas no hubieran tocado en garajes y sonado a mierda.

Una colección de canciones fuertes, compuestas con extrema simpleza y por allí radica parte del logro de Cobain y compañía más no pudieron escapar a la sobreestimación del público que los entronizó como dioses y luego al rubio drogo lo transformaron en una especie de mártir icónico de una década siniestra para la música. Eso no es nuevo en la historia del rock y les podría dar una lista de tipos famosos que realmente no le aportaron demasiado a la música pero allí están en t-shirt, posters y los sueños masturbatorios de adolescentes y adolescentas (Por eso de no discriminar con el idioma…viste).

El Nevermind es bueno por si mismo más no inventaron nada con él ni era necesario, pero se elaboró una leyenda a base de la vieja y gastada historia repetida del nene rico mal comprendido que lo tiene todo y sin embargo se mata… ¡puaj!, seguramente el rubiete no tiene la culpa pero a veces me cuesta poner el cd sin pensar en que yo también caí como un gil en el cuento del ídolo crucificado por la incomprensión social y toda esa cosa tan pelotilla.

¿Quieren deprimirse en serio? :Vengan a vivir al Uruguay