Por: Darío Valle Risoto
Nena no me digas que todo está muy caro
Tu presupuesto me debe una caricia
Todos vivimos en esta ciudad rota
Y sin embargo tratamos de volar.
Ahuyentaste mis treinta demonios
Y ahora me decís que te falta espacio
Antes cuando te pedía una guiñada
Vos te comenzabas a desnudar.
Si la nobleza anda vestida de harapos
Y el egoísmo cuelga como bandera
No me descuentes las horas gastadas
Mi corazón no es un feriado nacional.
Me ocultaste que la luna se divertía
Viendo mis bolas congelarse de frío
Solíamos triunfar enredados y borrachos
En un living pintado de sexo y amor.
Ahora la música te lleva a otra parte
Te afiliaste a las percusiones idiotas
Y yo no puedo seguirte estúpida y salsera
A esos condados donde el sheriff es dios.
Déjame solo masturbándome la esperanza
A veces se puede ser tan feliz
Con un instrumento de facturas impagas
Y el recuerdo en tu piel, no me digas adiós.
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