Saturday, January 1, 2011

Ignacio Lula Da Silva

Lula Da Silva
Según Wikipedia

Luiz Inácio Lula da Silva ; Caetés, 27 de octubre de 1945) es un político brasileño, presidente de la República desde el 1 de enero de 2003 al mismo día del 2011, cuando le traspasó el mando a la candidata de su propio partido, Dilma Rousseff.
Fue elegido por la revista Time como el líder más influyente del mundo en 2010. Anteriormente, en 2008, la revista estadounidense Newsweek, había considerado al presidente de Brasil una de las personas más influyentes en el escenario mundial (ocupaba entonces la posición n.º 18). De igual manera, el diario francés Le Monde, así como el medio español El País, lo distinguieron como la «personalidad del año 2009»y como protagonista de la década (ocupando la posición n.º 11) por el diario británico Financial Times.

El 27 de octubre de 2002 «Lula» fue elegido presidente de Brasil, derrotando al delfín de Cardoso, José Serra del PSDB.

Asumió la presidencia de Brasil en 2003, tras ganar las elecciones en segunda vuelta con el mayor número de votos de la historia democrática brasileña (52,4 millones de votos) alcanzando el 61% de los sufragios. En su discurso de diplomación, «Lula» declaró entre sollozos:

        E eu, que durante tantas vezes fui acusado de não ter um diploma superior, ganho o meu primeiro diploma, o diploma de presidente da República do meu país.

        Traducción: Y yo, que durante tantas veces fui acusado de no tener un título universitario, consigo mi primer diploma, el título de presidente de la República de mí país.

Así respondía a los numerosos ataques que había sufrido por sus carencias en educación formal, que muchos consideraban incompatibles con ocupar el cargo más importante de la República. Sus partidarios desestiman tal afirmación, dada la gran inteligencia de «Lula».

El Gobierno «Lula» (iniciado en 2003), corresponde al período de la historia política brasileña que se inicia con la toma de posesión de «Lula», el 1 de enero de 2003.

Este gobierno, al momento de conformarse, fue considerado por la prensa internacional como un nuevo horizonte para una posible «nueva izquierda». Según el ex presidente portugués Mário Soares, «Lula» representó el «fin del cinismo en la política».

El 24 de octubre de 2003 recibió el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional.

«Lula» sorprendió a propios y a extraños cuando, desde el inicio de su gestión, designó al Presidente del BankBoston USA, Henrique Meirelles para la dirección del Banco Central do Brasil. Meirelles, identificado con la política económica derechista y los grandes capitales, aparentemente no iba a encajar en el gobierno de izquierda de «Lula». Fue electo diputado federal en el estado de Goiás en octubre de 2004. «Lula» también designó al médico sanitario y ex alcalde de Ribeirão Preto, Antonio Palocci, un ex trotskista de confianza personal del Presidente, como Ministro de Hacienda.

En su gestión, «Lula» se opuso a mantener un modelo económico similar al de su predecesor Fernando Henrique Cardoso. Sin embargo, en la práctica el país ha continuado su camino sobre principios fundamentales muy similares. La política en tasas de interés, cargas tributarias, responsabilidad fiscal, relación de gobierno con el Banco Central y relación con el Fondo Monetario Internacional, han seguido esencialmente el mismo rumbo.

El gobierno de «Lula» se ha caracterizado por resultados económicos como la baja inflación, y alta tasa de crecimiento de PBI, como también por la reducción del desempleo, mayor división de ingresos y aumentos de la balanza comercial. En la actual gestión promueve el incentivo de las exportaciones y la creación de microcréditos, entre otros. Pero en su gestión su medida económica más notoria ha sido la de liquidar anticipadamente el pago de las deudas con el Fondo Monetario Internacional y el BIRF.

Sobre la crisis de fines del año 2008, «Lula» expresó una abierta crítica al sistema financiero internacional y al Gobierno estadounidense en particular:
«Nosotros limpiamos nuestra casa. Ellos no. Pasaron las tres últimas décadas diciéndonos que necesitábamos hacer nuestra tarea. Ellos no la hicieron. No quiero ser verdugo de Bush, pero necesito saber cómo debo programarme. (Los países ricos) necesitan asumir su responsabilidad (pues los países pobres) no pueden convertirse en las víctimas del casino instituido por la economía estadounidense.»

En el mes de agosto de 2002, la devaluación se encontraba en un 30%, desde el mes de enero, la inflación se acercaba al 2% mensual, las calificaciones internacionales de la deuda pública y el riesgo inversor de Brasil iban muy mal, Lula (que poco antes a esa fecha había calificado la asistencia del FMI como un "beso de la muerte"), concede a Cardoso la garantía en principio de respetar el reciente acuerdo suscrito por el Gobierno con el organismo internacional, para que Brasil accediera a una línea de crédito de 30.000 millones de dólares (de los que 26.000 están condicionados a la política económica del futuro ejecutivo), y podrá gastar 10.000 millones adicionales de sus reservas para defender el real de los ataques especulativos. A cambio, el Gobierno deberá perseguir un superávit presupuestario primario para 2003 de al menos el 3,75 % del PBI.

Expuso la necesidad de relanzar la producción industrial, en la cual se encontraba en declive desde comienzos de 2001, también manifiesto que había que lograr obtener tasas de crecimiento anuales no inferiores al 4,5% o el 5% del PBI, de reducir el tipo básico de interés, que se encuentra entre los más elevados del mundo, del 18,5% al 13%. Con el abaratamiento de los créditos se pretende reactivar las inversiones productivas y el consumo, desanimar las inversiones financieras típicamente especulativas y aflojar el dogal de la deuda pública interna, que en mayo de 2002 se situaba en los 175.000 millones de dólares (259.000 millones en términos brutos), colosal cantidad que representa el 70% de la deuda pública total y el 42% del PBI.

En el plano internacional, el gobierno de «Lula» ha intentado buscar el liderazgo entre los países más importantes en desarrollo y hacer frente a los más ricos. «Lula» se ha caracterizado por intentar derribar las barreras de precios que mantienen los países de América del Norte y Europa.
Es necesario destacar la relevancia de la integración de Sudamérica a través de Mercosur, siendo uno de los principales promotores de la inclusión de Venezuela en el esquema. En la cumbre de julio de 2006 y en ocasión de la inclusión venezolana se mostró partidario de una América Latina más independiente, marcando distancia de la expansión estadounidense, como lo hace al oponerse a la propuesta del ALCA según el modelo del Norte.

Se ha dedicado también a buscar nuevas rutas comerciales con países con los cuales Brasil casi no se relacionaba en el pasado, como el mundo árabe y África. En su política exterior «Lula» es promotor de la reforma del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, buscando que Brasil sea un miembro permanente del mismo.

Programas sociales
Un minucioso retrato de la realidad brasileña (divulgado a finales de noviembre por el IBGE), muestra que el gobierno del presidente «Lula» está haciendo de Brasil un país menos desigual; y de acuerdo con la encuesta PNAD, la FGV divulgó el estudio, demostrando que la tasa de pobreza del año 2007 bajó un 11% comparada con el 2006.

Su principal programa social, Beca Familia, que tiene como objetivo atender, en el 2007, a 13,2 millones de familias, es considerado el mayor programa de transferencia de renta del mundo, contando con recursos de unos R$10,5 billones en el 2007.

El ministro de Defensa, José Viegas, anunció para hasta el 2004, el aplazamiento de la adquisición para la Fuerza Aérea de una docena de aviones de combate de un coste total de 760 millones de dólares, y también la implicación de efectivos de las Fuerzas Armadas en labores de construcción civil. Más destacable, fue que «Lula» le encargó al Ministerio de Justicia y a la Secretaría Nacional de Derechos Humanos la elaboración de varios proyectos para entregar títulos de propiedad, a aquellos millones de habitantes que sobreviven en las favelas, las cuales han sido levantadas ilegalmente en los cinturones de miseria urbanos, y también para brindar asistencia del Estado a los jóvenes de estas áreas marginales que desearan abandonar el submundo de las drogas.

Educación y becas
En el campo de la educación podemos ver cómo «Lula» da Silva ha conseguido alcanzar fuertes niveles de escolarización en todos los ámbitos, tanto universitarios como primarios, y en muchas regiones del país. En solo 36 meses la población no escolarizada ha sido reducida entre 18% y 29%, considerando el grupo de 4 a 17 años de edad.

Con la creación del FUNDEB (Fondo de Manutención y Desenvolvimiento de Educación Básica), el gobierno «Lula» espera atender 47 millones de estudiantes brasileños, con inversiones anuales de hasta R$ 7,3 billones.

En el área de educación superior, el PROUNI (Programa Universidad Para Todos), se destaca como el mayor programa de becas de estudio de la historia de la educación brasileña y latinoamericana, posibilitando el acceso de millares de jóvenes a la educación y estimulando el proceso de incluirse en la sociedad. En el año 2007, el PROUNI ofreció 265 mil becas de estudio en 1.985 instituciones en todo el país. El gobierno también invirtió en la creación de 11 nuevas Universidades públicas federales, interiorizando el acceso a educación de calidad, pública y gratuita. Actualmente, las universidades federales ofrecen 135 mil plazas gratuitas.

En relación a la mortalidad infantil, Brasil también ha avanzado bajo el gobierno de «Lula». La tasa de mortalidad infantil (tasa de niños muertos antes de cumplir el año de edad) bajó de 69 por mil en 1980 a 21,2 por mil.
Política laboral
En su asunción, el 1 de enero de 2003, en el acto de toma de posesión, «Lula» anunció sus políticas que tomaría para la lucha contra la pobreza. Durante los primeros meses de su presidencia, se inicio el proyecto Hambre Cero, destinado a seis millones y medio de familias, para poder realizar este proyecto, se consiguió un millón de dólares en concepto de asistencia técnica de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.

Inmediatamente se lanzó el Plan Nacional para la Erradicación del Trabajo Esclavo. Los fiscales especiales de trabajo han liberado a más de 13.000 trabajadores en estado de esclavitud o trabajo degradante desde 2003.

Al concretarse esto, también se consiguió una subida del 20% en el salario mínimo nacional, y se lanzó una reducción de un 16% del gasto público, gracias a un programa de recortes en las pensiones y un aumento de la edad de jubilación de los funcionarios. A pesar de la oposición masiva de la función pública y de varias partes del propio partido de «Lula», la reforma de la Previsión Social aprobada por el Parlamento sentaba las bases para un aparato de Estado más productivo, más justo y menos costoso.

Su pujante ascenso político y su gobierno, respetado nacional e internacionalmente, se vio salpicado por escándalos de corrupción de su partido, que recibió el nombre de «Mensalón» (o «escándalo de las mensualidades»), en 2005.

El diputado federal y presidente del Partido Laborista Brasileño (PTB), Roberto Jefferson, denunció que el tesorero del Partido de los Trabajadores (PT, de «Lula»), Delúbio Soares, pagaba jugosas mensualidades a diputados del PTB para que votaran según la orientación del bloque oficialista.

El escándalo tuvo múltiples ramificaciones e involucró no sólo a dirigentes históricos del PT, sino varios niveles del Ejecutivo federal y se extendió a todos los grandes partidos. Sin embargo «Lula» logró salir airoso de esta crisis y su partido aceptó formalmente que fuera su candidato en busca de la reelección.

Medio Ambiente
«Lula» da Silva ciertamente tiene una tarea importante para rectificar la tendencia de deforestación actual. La edición especial de la National Geographic titulada «EarthPulse, State of the Earth 2010» ha reportado que Brasil encabeza la lista mundial de países con mayor tasa de deforestación con 3,47 millones de hectáreas anuales, un promedio de los años 2000 a 2005, y que corresponde a 2,4 veces la deforestación del segundo país en la lista: Indonesia.

El 1 de octubre de 2006 participó en las elecciones presidenciales y obtuvo un 48.61 % de los votos contra un 41.64 % del socialdemócrata Geraldo Alckmin, por lo que se debió realizar una Segunda vuelta electoral. En ellas, triunfó con una aplastante victoria, obteniendo el 60,82 % de los votos populares, convirtiéndose en el presidente de Brasil hasta el año 2011, nuevamente, con el mayor número de votos de la historia democrática brasileña (más de 58 millones de votos).

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