Por: Darío Valle Risoto
Gracias por no aparecerte en el día que termina
gracias por los días nublados y las noches oscuras
gracias por la enfermedad de los niños y el hambre en el mundo
gracias por los Mormones y los testigos de Jehová
y el placer de sacarlos del culo de mi casa.
Gracias por ser explotado en mi trabajo
gracias por ser estafado continuamente por el Estado
gracias por los patriotas y por los defensores de las tradiciones.
y por el placer de ser Anarquista.
Gracias por las paupérrimas decoraciones navideñas de mis vecinos
gracias por los saludos hipócritas y los abrazos falsos
gracias por los supermercados atiborrados de porquerías
y por el placer inaudito de no comprarles nada.
Gracias por las monjas y vírgenes atractivas
gracias por las niñas religiosas que fuman marihuana
gracias por las madres superioras sadomasoquistas
y por el placer de no creerles ni una palabra a los cristianos.
Gracias viejo
por tus desgracias.
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