"El veganismo es una filosofía de vida que excluye todas las formas de explotación y crueldad hacia el reino animal e incluye una reverencia a la vida. En la práctica se aplica siguiendo una dieta vegetariana pura y anima el uso de alternativas para todas las materias derivadas parcial o totalmente de animales."
Donald Watson, miembro fundador de la Sociedad Vegana (Vegan Society)
Veganos Montevideanos
Por: Darío Valle Risoto
En un país carnívoro como Uruguay tiene algo de cómico y trasngresorcillo que algunos chicos jóvenes les haya dado la locura por el "Veganismo", a no confundir con: "Vaga-nismo" que ya lo ejercen hace muchos años en los empleos públicos de este país.
Resulta que ahora tengo que comer vegetales con la idea de que asesinar animales para llenarme el estómago es feo, malo, asqueroso y que va contra la naturaleza, entonces me tengo que atar a un árbol cuando el olorcito a carne asada sube desde la planta baja o terminaré comiendo hamburguesas de soya con gusto a cartón y leche de la misma soya con gusto a agua sucia, pero de eso se trata, de mantenerse ocupado en causas al reverendo pedo.
Un amigo hace años andaba con una remera que tenía el siguiente cartel: "Salven a los Pingüinos" y decía que había adoptado esa causa porque era original, me pregunto si habrá algo de interesante en vivir el resto de mi vida comiendo como herbívoro cuando en realidad mi condición humana es de omnívoro, o sea: comer todo lo comible y más, inlcuídos insectos como en México o perros como en China.
Allá quién cree que tenemos la noble tarea de multiplicar las vacas como en la India mientras miles se mueren de hambre o agradecerle a un perro después de que nos masticó el culo porque si le pegamos una buena pateadura somos humanos sanguinarios. Los Veganos están "del tomate" para ser fiel a sus consignas y ahora me tengo que reír leyendo frases escritas en las paredes de mi ciudad como: "vegano es mejor", "No asesinemos bichos, maten solo a las viejas", etc, etc.
Cada vez que me coma un choripán que es algo así como un sachet de diferentes partes asquerosas de chanchos, vacas y perros, sonreiré y trataré de convidar a un vegano, total... me va a decir que no.
Por: Darío Valle Risoto
En un país carnívoro como Uruguay tiene algo de cómico y trasngresorcillo que algunos chicos jóvenes les haya dado la locura por el "Veganismo", a no confundir con: "Vaga-nismo" que ya lo ejercen hace muchos años en los empleos públicos de este país.
Resulta que ahora tengo que comer vegetales con la idea de que asesinar animales para llenarme el estómago es feo, malo, asqueroso y que va contra la naturaleza, entonces me tengo que atar a un árbol cuando el olorcito a carne asada sube desde la planta baja o terminaré comiendo hamburguesas de soya con gusto a cartón y leche de la misma soya con gusto a agua sucia, pero de eso se trata, de mantenerse ocupado en causas al reverendo pedo.
Un amigo hace años andaba con una remera que tenía el siguiente cartel: "Salven a los Pingüinos" y decía que había adoptado esa causa porque era original, me pregunto si habrá algo de interesante en vivir el resto de mi vida comiendo como herbívoro cuando en realidad mi condición humana es de omnívoro, o sea: comer todo lo comible y más, inlcuídos insectos como en México o perros como en China.
Allá quién cree que tenemos la noble tarea de multiplicar las vacas como en la India mientras miles se mueren de hambre o agradecerle a un perro después de que nos masticó el culo porque si le pegamos una buena pateadura somos humanos sanguinarios. Los Veganos están "del tomate" para ser fiel a sus consignas y ahora me tengo que reír leyendo frases escritas en las paredes de mi ciudad como: "vegano es mejor", "No asesinemos bichos, maten solo a las viejas", etc, etc.
Cada vez que me coma un choripán que es algo así como un sachet de diferentes partes asquerosas de chanchos, vacas y perros, sonreiré y trataré de convidar a un vegano, total... me va a decir que no.