Por: Darío Valle Risoto
Muévete por el mundo con el mayor sigilo y silencio, la gente apurada y ruidosa nunca llega a nada bueno, trata de hablar en voz baja y de gritar lo menos posible, solo los vulgares andan por allí tratando de que los escuche más gente de la necesaria.
No insultes en vano, trata de maldecir lo menos posible, sé que las malas palabras son moda pero mantente con un decir educado y te admirarán los cultos y te temerán los incultos.
Nunca abandones una pelea a menos que sea necesario, pero recuerda, nadie se hizo más hombre por lastimar a otros.
Respeta a las mujeres porque vienes de una y siempre terminarás necesitándolas aunque más no sea como buenas amigas.
Recuerda siempre que tu país es un accidente político, dios un invento de opresores o imbéciles y que el amor se usará muchas veces para manipular tu conducta.
Se duro, llora lo menos posible pero si lo haces no sientas vergüenza, la vergüenza es cosa de inseguros y tu debes forjarte como el acero de las espadas. entre el frío y el calor más intensos.
Protege a los débiles y a las minorías y desconfía de los ganadores que se la pasan contando sus hazañas, verás que o son mentira o posiblemente producto de alguna injusticia.
Duerme lo necesario pero siempre los amigos son primero, consume el alcohol que quieras o drógate cuanto lo necesites pero recuerda que el precio de los excesos siempre es más alto que sus satisfacciones.
No creas en la televisión, está diseñada para idiotas y tu no debes serlo, piensa en que hay gente insensible a las debilidades ajenas que juega con sus necesidades para vender sus productos
Desconfía de los líderes políticos porque pronto se derrumbarán de sus pies de barro y que preferentemente no sea sobre ti porque siempre caen sobre el pueblo.
Juega todo el tiempo, ríe hasta quedarte sin aliento y siempre ten en cuenta que ser niño no es cuestión de tiempo sino de sensibilidad, cuando la gente se pone vieja es porque se va olvidando de vivir.
No escuches la música que envilece, ni esas melodías simples y concretas para mentes enfebrecidas por la ignorancia, mantente alejado de los que viven de fiesta, bebiendo y bailando estos ritmos porque pronto te transformarán en una caricatura de hombre.
No creas en nada de lo que te digo, solo tenlo en cuenta.
Con eso es suficiente y cuando yo muera recuerda que igual seguiré sintiendo tus penas y alegrías.
No insultes en vano, trata de maldecir lo menos posible, sé que las malas palabras son moda pero mantente con un decir educado y te admirarán los cultos y te temerán los incultos.
Nunca abandones una pelea a menos que sea necesario, pero recuerda, nadie se hizo más hombre por lastimar a otros.
Respeta a las mujeres porque vienes de una y siempre terminarás necesitándolas aunque más no sea como buenas amigas.
Recuerda siempre que tu país es un accidente político, dios un invento de opresores o imbéciles y que el amor se usará muchas veces para manipular tu conducta.
Se duro, llora lo menos posible pero si lo haces no sientas vergüenza, la vergüenza es cosa de inseguros y tu debes forjarte como el acero de las espadas. entre el frío y el calor más intensos.
Protege a los débiles y a las minorías y desconfía de los ganadores que se la pasan contando sus hazañas, verás que o son mentira o posiblemente producto de alguna injusticia.
Duerme lo necesario pero siempre los amigos son primero, consume el alcohol que quieras o drógate cuanto lo necesites pero recuerda que el precio de los excesos siempre es más alto que sus satisfacciones.
No creas en la televisión, está diseñada para idiotas y tu no debes serlo, piensa en que hay gente insensible a las debilidades ajenas que juega con sus necesidades para vender sus productos
Desconfía de los líderes políticos porque pronto se derrumbarán de sus pies de barro y que preferentemente no sea sobre ti porque siempre caen sobre el pueblo.
Juega todo el tiempo, ríe hasta quedarte sin aliento y siempre ten en cuenta que ser niño no es cuestión de tiempo sino de sensibilidad, cuando la gente se pone vieja es porque se va olvidando de vivir.
No escuches la música que envilece, ni esas melodías simples y concretas para mentes enfebrecidas por la ignorancia, mantente alejado de los que viven de fiesta, bebiendo y bailando estos ritmos porque pronto te transformarán en una caricatura de hombre.
No creas en nada de lo que te digo, solo tenlo en cuenta.
Con eso es suficiente y cuando yo muera recuerda que igual seguiré sintiendo tus penas y alegrías.
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