La Balada de la Emo abandonada Por: Darío Valle Risoto
Se vanagloriaba de haber roto con su novia, tanto Esteban como Carlos le festejaban tan hazaña y sin embargo a él no le caía nada bien la noticia, tan solo hacía unos días habían ido todos al parque Rodó y se habían reído comiendo fainá y pizzas antes de volver a subir una vez más en la Montaña rusa, cuando él se sintió mal, ella fue la única que se preocupó.
__¡Que se embrome por hacerce la estrella!. __Dijo Carlos a Litto que trataba de ser fuerte luego de dejarla, Pablo comenzó a sentir que no tenía ya ganas de ver la película que habían alquilado para mirar los cuatro.
__Creo que me voy. __Les dijo con su campera jean en una mano.
__¡Enfermo!, Pero si alquilamos Gran Torino porque la elegiste vos, si hubiéramos sabido sacábamos una porno.
__No me siento bien. __Les balbuceó con medio cuerpo afuera, caminó hasta la parada del ómnibus, eran más o menos las diez de la noche, buscó el celular en su pantalón para llamarla pero no se animó.
Llamar a la novia del amigo no bien este la deja, puede ser la peor idea del mundo, sin embargo Leticia era una chica diferente, claro que copiaba esa onda de los Emos, con sus cortes de pelo clonados, sus ojos ennegrecidos y alguna tendencia mini suicida bastante absurda, pero: ¿Porqué sentía una mezcla de euforia y lástima al enterarse que Litto la había mandado a la mierda?
Las otras chicas parecían copias carbón de unas muñequitas bobas con esa modita anodina y a la vez tan sensual, pero Leticia...
El sonido del celular le hizo pegar un salto, lo tomó tan distraído que creyó que se le iba a caer el corazón, era alguien inesperado.
__¿Pablo?
__Si, ¿Quién habla?
__La madre de Leticia, vos ¿Podrías venir por casa?
__Inmediatamente.
En ese momento le hubiera gustado ser Flash y atravesar la ciudad a supervelocidad para rescatarla quien sabe de qué. , Bueno será porque rompieron con Litto, la alegría de héroe se le fue desdibujando cuando sentado en el colectivo se hizo a la idea de que lo llamaba para que intercediera con el imbécil para volver.
Cuando llegó la casa parecía un velorio, entró por primera vez, casi siempre esperaban a Leticia en el auto de su novio, bueno, su ex o ¿quién sabe?
__Perdóname Pablo pero Leti quería hablar contigo y no se animaba a llamarte, está muy triste, lloró toda la tarde, pasa a su cuarto.
__Permiso. _Dijo, intentando aguantar ese tipo que comenzaba a agigantarse dentro de él, un tipo lindo, protector y absurdamente ignorante de lo que le pasaba la chica.
El padre de Leti pasó con gesto adusto, era un tipo alto, grande, tal vez demasiado.
Tenía la cara hinchada de llorar, y la cama llena de pañuelos deshechables y pedazos de fotos, una camisa cortada con una tijera, seguro un regalo de nuestro querido amigo.
__Holaaaaa.
Ella resurgió con sus labios perfectos debajo de su cabello que le cubría la cara, se sonó la nariz y lo besó dejándole la cara llena de lágrimas.
__¿Te enteraste?
__¿Qué te dejó?
__¿Queeeee?
__Bueno, estábamos en su casa y nos contó que te dijo que debían cortar porque no se llevaban bien y....
__¿Y?, ¿No te dijo más nada?
__No. __ Sintió una sensación rara de estarse metiendo en terribles problemas cuando ella sentada en la cama se le apoyó en la falda y sollozó en silencio. Luego tragó los mocos como una niña y tomó la tijera para seguir cortando esa camisa blanca que debió ser muy bonita... cuando estaba entera.
__¿Y que más debería decirme?. __Litto había agregado que no era buena besando, que usaba un perfume asqueroso y sus padres eran una mierda, pero Pablo pensó en que no era una buena ocasión para darle tantos detalles.
__¿No te dijo que le conté que estoy enamorada de vos?
En ese momento Pablo se dio cuenta que en una sola frase caven varias cosas: un deseo cumplido, un imposible logrado y por sobre todas las cosas los huesos rotos que le iban a dejar sus amigos...bueno, sus ex amigos.
Pero, como de algo hay que morir, tomó a la chica totalmente empapada de lágrimas y le estampó un buen beso en los labios...
FIN.
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