Los infiernos personales
Por: Darío Valle Risoto
Con mayor o menor suerte siempre es interesante ver los sueños extraños de nuestro querido mentor el escritor H. P. Lovecraft trasladados a la pantalla del cine. En este caso el escueto nombre de “Cthulhu” le da lugar a una historia que podríamos desglosar, en la inmediata del personaje principal obviamente homosexual que debe retornar a su casa natal en Nueva Inglaterra y allí reencontrarse con un extraño pasado mientras que la macro historia encierra los clásicos y extraños dioses antiguos creados por Lovecraft. Así mismo y contra cualquier suposición este filme tiene mucho de Dagón y otras leyendas relacionadas con la mitología del hombre de Providence, aunque la verdad no encontré parecido con ningún cuento en particular, claro que muchos de ellos los leí hace más de veinte años y bien pude haberlo olvidado.
De todas formas el guión se centra en los clásicos de siempre pero ahora encuentran su mejor explicación para nuestro nerviosismo en el calentamiento global, la extinción de las especies animales y la violencia del hombre moderno. ¿Estarán regresando los antiguos desde los insondables abismos para recuperar el planeta?. La pregunta es pertinente y la película también. Un gay como protagonista no creo que provenga del escritor ya que era notoria su mentalidad conservadora con claros atisbos de racismo y xenofobia, aún así si se trata de una licencia creativa, cumple con esa agobiante atmósfera que nos llevará de la mano del protagonista a asistir a un culto maldito y a un terror quizás no tan manifiesto pero no así menos evidente.
Le doy un 8/10.
De todas formas el guión se centra en los clásicos de siempre pero ahora encuentran su mejor explicación para nuestro nerviosismo en el calentamiento global, la extinción de las especies animales y la violencia del hombre moderno. ¿Estarán regresando los antiguos desde los insondables abismos para recuperar el planeta?. La pregunta es pertinente y la película también. Un gay como protagonista no creo que provenga del escritor ya que era notoria su mentalidad conservadora con claros atisbos de racismo y xenofobia, aún así si se trata de una licencia creativa, cumple con esa agobiante atmósfera que nos llevará de la mano del protagonista a asistir a un culto maldito y a un terror quizás no tan manifiesto pero no así menos evidente.
Le doy un 8/10.
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