Me tienen podrido los Uruguayos
Por: Darío Valle Risoto
No me preocupa que piensen que soy un desnaturalizado, un antipatriota o un tipo con mala leche pero quiero compartir con ustedes algo que desde hace décadas me tiene realmente superado y es ese cúmulo de aspectos culturales que hacen a la llamada “idiosincrasia” (De la raíz: Idiota) del pueblo oriental (de: desorientado).
Indudablemente los diferentes pueblos trazan sus singularidades sobre la base de sus aspectos culturales y de estos las artes forman parte sustancial, los uruguayos que somos pocos comparados con otros países, tenemos un crisol de influencias culturales que indefectiblemente terminan en una gran pasión por la música, esencialmente hay dos corrientes que forman el centro de nuestro aporte musical al mundo: El Candombe y Las Murgas. Ambos son una bosta pero a la mayoría de la gente les gusta y son nuestros...
En tiempos no muy lejanos, digamos, hace unos diez años o tal vez más, estos dos estilos musicales estaban prácticamente circunscriptos al carnaval uruguayo que era el más largo del mundo, un mes: Febrero, era dedicado al carnaval frente a los tres días del mismo mes que marcan los calendarios pero lamentablemente hoy por hoy se extendieron estos aportes al ruido y la falta de imaginación a todo el año, todos los barrios, todas las esquinas y la gran mayoría de los medios de comunicación y por si fuera poco compiten con las viejas oleadas de la cumbia, la cumbia villera y el reggettón. Toda una joya.
Por lo tanto no habrá barrio, evento, reunión o festejo que no cuente con estos primorosos aportes a la vulgaridad general institucionalizada por esa aberración cerebral que hace que “lo nuestro” se sobreponga a “Lo foráneo”. Cosa absolutamente increíble porque las murgas provienen de los teatros ambulantes europeos y el candombe de los esclavos traídos de África al Uruguay. De estos últimos probablemente trajeron a los componentes de las tribus más paupérrimas del continente africano a nuestras tierras porque acá continuaron pegándoles a las lonjas casi igual durante siglos mientras que los esclavos llevados a los que luego serían Los Estados Unidos crearon ni más ni menos que el Blues, padre directo del Rock.
Así desde muy chico ese pertinaz martilleo de golpes sobre los tambores me desagradó, me perforó los oídos y me puso totalmente nervioso, las murgas me parecen aún hoy un montón de borrachos gritando pavadas con un cacho de batería de fondo y de la música tropical prefiero solo decir que es el colmo de las abominaciones de estas tierras.
Por lo tanto lejos de sentirme orgulloso de estos aportes solamente pretendo compartir con ustedes que me aburren considerablemente las casi cuatro décadas que vengo escuchando lo mismo una y otra vez con levísimos retoques de más de lo mismo, pero sobre gustos...
Indudablemente los diferentes pueblos trazan sus singularidades sobre la base de sus aspectos culturales y de estos las artes forman parte sustancial, los uruguayos que somos pocos comparados con otros países, tenemos un crisol de influencias culturales que indefectiblemente terminan en una gran pasión por la música, esencialmente hay dos corrientes que forman el centro de nuestro aporte musical al mundo: El Candombe y Las Murgas. Ambos son una bosta pero a la mayoría de la gente les gusta y son nuestros...
En tiempos no muy lejanos, digamos, hace unos diez años o tal vez más, estos dos estilos musicales estaban prácticamente circunscriptos al carnaval uruguayo que era el más largo del mundo, un mes: Febrero, era dedicado al carnaval frente a los tres días del mismo mes que marcan los calendarios pero lamentablemente hoy por hoy se extendieron estos aportes al ruido y la falta de imaginación a todo el año, todos los barrios, todas las esquinas y la gran mayoría de los medios de comunicación y por si fuera poco compiten con las viejas oleadas de la cumbia, la cumbia villera y el reggettón. Toda una joya.
Por lo tanto no habrá barrio, evento, reunión o festejo que no cuente con estos primorosos aportes a la vulgaridad general institucionalizada por esa aberración cerebral que hace que “lo nuestro” se sobreponga a “Lo foráneo”. Cosa absolutamente increíble porque las murgas provienen de los teatros ambulantes europeos y el candombe de los esclavos traídos de África al Uruguay. De estos últimos probablemente trajeron a los componentes de las tribus más paupérrimas del continente africano a nuestras tierras porque acá continuaron pegándoles a las lonjas casi igual durante siglos mientras que los esclavos llevados a los que luego serían Los Estados Unidos crearon ni más ni menos que el Blues, padre directo del Rock.
Así desde muy chico ese pertinaz martilleo de golpes sobre los tambores me desagradó, me perforó los oídos y me puso totalmente nervioso, las murgas me parecen aún hoy un montón de borrachos gritando pavadas con un cacho de batería de fondo y de la música tropical prefiero solo decir que es el colmo de las abominaciones de estas tierras.
Por lo tanto lejos de sentirme orgulloso de estos aportes solamente pretendo compartir con ustedes que me aburren considerablemente las casi cuatro décadas que vengo escuchando lo mismo una y otra vez con levísimos retoques de más de lo mismo, pero sobre gustos...
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