Por: Darío Valle Risoto
Vaya a saber uno porque los pueblos votan como gobernantes a tipos podridos en plata mientras en sus senos siguen conviviendo la opulencia con la miseria, acaso las ideologías sucumben cuando la franca exposición mediática y el deterioro intelectual hacen que veamos como verdaderos héroes, a dignos exponentes de las clases dirigentes privilegiadas y explotadoras de las mazas obreras. Difícil será decodificar desde una orilla anarquista el cometido de las estructuras llamadas democráticas.
Cambian los presidentes, cambian los partidos, cambian los gobiernos pero en definitiva siempre mandan los mismos, seguiremos enriqueciendo minorías que se llevarán la gran bolsa de riquezas producidas por generaciones de indios, negros, blancos pobres y mazas anestesiadas por una larga tradición de absurdos.
Simpleza la mía en creerme con alguna especie de iluminación libertaria, porque al final los pueblos elijen lo que quieren o lo que les enseñan a elegir, tratando de cambiar muy lentamente el mundo, mientras el terremoto sobreviene sacando a flote la pobreza absoluta vendemos Cruceros al Caribe y nos acordamos tarde de la miseria de Haití que ya tiene más de un siglo de vieja, tampoco en Chile todos son de clase media y en Argentina los bolsones de pobreza son un golpe bajo mientras Cristina y su marido se llenan de dinero. Uruguay no es ajeno aunque con menos exposición nuestros explotadores son casi anónimos.
Pedimos inversionistas y les damos todas las garantías para seguir exprimiendo la teta de esta vaca flaca, mientras un tipo para poner un kiosco en la esquina tiene que meterse hasta las pelotas en trámites y cuentas, los empresarios reciben facilidades y exoneraciones para seguir incrementando sus capitales. Vino Botnia a envenenar el río y se lleva el agua del país adentro de la madera, pero todos felices mientras un exguerrillero llega al gobierno, nunca tan bien utilizado el término: “EX”.
Vaya a saber uno porque los pueblos votan como gobernantes a tipos podridos en plata mientras en sus senos siguen conviviendo la opulencia con la miseria, acaso las ideologías sucumben cuando la franca exposición mediática y el deterioro intelectual hacen que veamos como verdaderos héroes, a dignos exponentes de las clases dirigentes privilegiadas y explotadoras de las mazas obreras. Difícil será decodificar desde una orilla anarquista el cometido de las estructuras llamadas democráticas.
Cambian los presidentes, cambian los partidos, cambian los gobiernos pero en definitiva siempre mandan los mismos, seguiremos enriqueciendo minorías que se llevarán la gran bolsa de riquezas producidas por generaciones de indios, negros, blancos pobres y mazas anestesiadas por una larga tradición de absurdos.
Simpleza la mía en creerme con alguna especie de iluminación libertaria, porque al final los pueblos elijen lo que quieren o lo que les enseñan a elegir, tratando de cambiar muy lentamente el mundo, mientras el terremoto sobreviene sacando a flote la pobreza absoluta vendemos Cruceros al Caribe y nos acordamos tarde de la miseria de Haití que ya tiene más de un siglo de vieja, tampoco en Chile todos son de clase media y en Argentina los bolsones de pobreza son un golpe bajo mientras Cristina y su marido se llenan de dinero. Uruguay no es ajeno aunque con menos exposición nuestros explotadores son casi anónimos.
Pedimos inversionistas y les damos todas las garantías para seguir exprimiendo la teta de esta vaca flaca, mientras un tipo para poner un kiosco en la esquina tiene que meterse hasta las pelotas en trámites y cuentas, los empresarios reciben facilidades y exoneraciones para seguir incrementando sus capitales. Vino Botnia a envenenar el río y se lleva el agua del país adentro de la madera, pero todos felices mientras un exguerrillero llega al gobierno, nunca tan bien utilizado el término: “EX”.
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