El Rock Argentino
Por: Darío Valle Risoto
El rock Argentino indudablemente es uno de los más ricos, versátiles y controvertidos estilos del viejo rock and roll de habla hispana que existen en el mundo. En Uruguay como país casi satélite de Argentina hemos recibido sus influencias y nos hemos enriquecido con la enorme diversidad de exponentes que nuestros hermanos disfrutan, odian y producen tras muchos años de experimentación y desvelos.
Para nombrar a sus exponentes más puntuales en cuanto a influencia sobre sus generaciones y las venideras debemos detenernos en tres figuras tal vez diametralmente diferentes: Charly García, un eximio músico con una inagotable calidad compositiva que sorprende siempre pero que mayoritariamente se ha movido dentro de lo que podríamos llamar “Pop and Roll”, Norberto Napolitano (Pappo), Blusero y hard rockero de la vieja escuela que formó parte del centro motor del verdadero y auténtico Rock and Roll aún durante épocas muy duras para los puristas y el tercer hombre que con su poesía espléndida y su composición siempre delante de los tiempos es indudablemente: “El Flaco” Luís Alberto Spinetta.
Todo lo que viene después y salvo raras excepciones viene de al menos uno de ellos, sin Charly no existirían ni Fito Páez y mucho menos el sobrevalorado pescado de Andrés Calamaro, Pappo generó a su vez una enorme camada de fans aún entre las huestes del Heavy metal, estilo que alguna vez visitó aunque diagonalmente con Riff. Spinetta es otra cosa y cualquier intento de imitación a naufragado porque su estilo es tan propio como original.
Argentina se mueve dentro de una atmósfera donde el fanatismo futbolero se traslada a la política, el sexo y también la música, por lo tanto habrá “Banderas en el corazón” de aquellos irreductibles seguidores de bandas multitudinarias como: Attaque 77, Los Piojos, La Renga, Los Ratones Paranoicos, Viejas Locas, etc. Un rock emparentado con los Ramones y también con los Rolling Stones generó un estilo de “Rock Chabón” que mueve miles de fans aún desde las provincias para seguir férreamente a sus ídolos.
Dos grupos históricamente se desmarcaron atrayendo también a ciertas intelectualidades de la música además de las huestes del barrio, me refiero a: Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota y Sumo.
Los Redondos no solo revivificaron el rock en épocas donde casi naufraga a manos de otros estilos, sino que aportaron una personalidad: audaz, culta y enormemente creativa. Tal vez en toda la historia del rock argentino no habrá jamás una banda que haya convivido entre tantos mundos y haya sido por todos aclamada de igual manera.
Sumo podríamos colocarlo en segundo plano de los Redonditos y es muy probable que se sustente su fama casi exclusivamente en la personalidad de Luca Prodan ya que si bien fueron impecables en los musical no aportaron más que su visión del reggae en tiempos donde cantar en inglés era algo riesgoso y salieron más que ilesos. Sumo no duró demasiado y el tiempo los transformó en una banda de culto.
Nuevos tiempos en el rock argentino han transformado el panorama musical en una invasión de remedos musicales edulcorados con bases pachangueras que dudosamente podríamos denominar como bandas de Rock and Roll: La Versuit, Kapanga, Los Auténticos decadentes apuestan a un público ajeno al espíritu que hizo del rock argentino un incansable experimentador de refugios sonoros y poesía ciudadana para trasladar a las villas un cancionero cotidiano y carente de ideas.
Aún así Buenos Aires, Rosario y el resto de la Argentina siguen produciendo innumerable cantidad de bandas y solistas para el bien de nuestros oídos cansados de tanto reguetón apestoso.
Por: Darío Valle Risoto
El rock Argentino indudablemente es uno de los más ricos, versátiles y controvertidos estilos del viejo rock and roll de habla hispana que existen en el mundo. En Uruguay como país casi satélite de Argentina hemos recibido sus influencias y nos hemos enriquecido con la enorme diversidad de exponentes que nuestros hermanos disfrutan, odian y producen tras muchos años de experimentación y desvelos.
Para nombrar a sus exponentes más puntuales en cuanto a influencia sobre sus generaciones y las venideras debemos detenernos en tres figuras tal vez diametralmente diferentes: Charly García, un eximio músico con una inagotable calidad compositiva que sorprende siempre pero que mayoritariamente se ha movido dentro de lo que podríamos llamar “Pop and Roll”, Norberto Napolitano (Pappo), Blusero y hard rockero de la vieja escuela que formó parte del centro motor del verdadero y auténtico Rock and Roll aún durante épocas muy duras para los puristas y el tercer hombre que con su poesía espléndida y su composición siempre delante de los tiempos es indudablemente: “El Flaco” Luís Alberto Spinetta.
Todo lo que viene después y salvo raras excepciones viene de al menos uno de ellos, sin Charly no existirían ni Fito Páez y mucho menos el sobrevalorado pescado de Andrés Calamaro, Pappo generó a su vez una enorme camada de fans aún entre las huestes del Heavy metal, estilo que alguna vez visitó aunque diagonalmente con Riff. Spinetta es otra cosa y cualquier intento de imitación a naufragado porque su estilo es tan propio como original.
Argentina se mueve dentro de una atmósfera donde el fanatismo futbolero se traslada a la política, el sexo y también la música, por lo tanto habrá “Banderas en el corazón” de aquellos irreductibles seguidores de bandas multitudinarias como: Attaque 77, Los Piojos, La Renga, Los Ratones Paranoicos, Viejas Locas, etc. Un rock emparentado con los Ramones y también con los Rolling Stones generó un estilo de “Rock Chabón” que mueve miles de fans aún desde las provincias para seguir férreamente a sus ídolos.
Dos grupos históricamente se desmarcaron atrayendo también a ciertas intelectualidades de la música además de las huestes del barrio, me refiero a: Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota y Sumo.
Los Redondos no solo revivificaron el rock en épocas donde casi naufraga a manos de otros estilos, sino que aportaron una personalidad: audaz, culta y enormemente creativa. Tal vez en toda la historia del rock argentino no habrá jamás una banda que haya convivido entre tantos mundos y haya sido por todos aclamada de igual manera.
Sumo podríamos colocarlo en segundo plano de los Redonditos y es muy probable que se sustente su fama casi exclusivamente en la personalidad de Luca Prodan ya que si bien fueron impecables en los musical no aportaron más que su visión del reggae en tiempos donde cantar en inglés era algo riesgoso y salieron más que ilesos. Sumo no duró demasiado y el tiempo los transformó en una banda de culto.
Nuevos tiempos en el rock argentino han transformado el panorama musical en una invasión de remedos musicales edulcorados con bases pachangueras que dudosamente podríamos denominar como bandas de Rock and Roll: La Versuit, Kapanga, Los Auténticos decadentes apuestan a un público ajeno al espíritu que hizo del rock argentino un incansable experimentador de refugios sonoros y poesía ciudadana para trasladar a las villas un cancionero cotidiano y carente de ideas.
Aún así Buenos Aires, Rosario y el resto de la Argentina siguen produciendo innumerable cantidad de bandas y solistas para el bien de nuestros oídos cansados de tanto reguetón apestoso.
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