La peligrosa vida de los Altar boys

La peligrosa vida de los Altar boys
Por: Darío Valle Risoto

Si solo se tratara de una película sobre travesuras adolescentes aderezada con interesantes secuencias de dibujos animados donde se visualizan las fantasías de estos chicos, estaríamos frente a una gran película. Pero esto no es todo. Este filme contiene diversas facetas (No se me ocurre otra palabra) que lo hacen realmente bueno y probablemente una de las mejores historias que vi en mi vida ya que mantiene a la audiencia tanto entretenida como realmente conmovida en ciertos sucesos de la narración.

Plagado de connotaciones simbólicas en torno a la religión, el pecado, la culpa y la exploración de la sexualidad. Altar Boys se puede considerar como una obra maestra del cine moderno usamericano sin temor a parecer exagerado. ¿Por qué?
Por qué tiene dinamismo, una narración sin tropiezos y se da el raro lujo de contener historias cotidianas tanto duras como terribles, los chicos aún como estudiantes de una escuela católica demostrarán que son mucho más listos de lo que aparentan y que aunque muy jóvenes ya se vislumbra en ellos una madurez envidiable. La muerte de un perro atropellado en la carretera pondrá en juego la amistad y por sobre todas las cosas la sensación de un caos inevitable en sus dos principales protagonistas.

La monja coja y el sacerdote fumador encarnados por Jodie Foster y Vincent D’Onofrio solo auspiciarán de secundarios de lujo porque el centro de la anécdota corresponde a cuatro amigos fanáticos de los cómics que se entretienen sublimando sus energías en la transformación constante de la realidad a viñetas donde ellos serán los superhéroes.
Por lo tanto es una obra obligada no solo para los amantes del comic como yo, también para aquellos que saben disfrutar del buen cine.