La Fragua

La Fragua
Por: Darío Valle Risoto

Hicimos el amor como con odio
y ese sistema se elevó lento
como el aliento que congela el frío
como los sueños que no son eternos.

Tuvimos suerte de burlar el fuego
con nuestras lenguas dibujando cierto
las palabras mudas fueron seda fría
y mi razón se fue consumiendo.

Vos eras marfil decantando la vida
entre tus brazos me drogué en silencio
me liberaste como un pájaro herido
que encontró un nido entre tus pechos.

Y la vergüenza se trocó en estigma
aquellas marcas de dientes y sortilegios
son tus mordidas el calis de vida
que me contagia de absoluto sexo.

Fraguaste en jadeos la espada maldita
que me cortó en pedazos resecos
para renacer de mis propias cenizas
y amarte de nuevo, siempre de nuevo.

Cuando bajó el sol que mató la luna
en aquel río nos bañamos de misterio
y aquella hazaña se soldó en la carne
de aquel verano en que fuimos ciertos.