Aquellos melódicos de antaño
Por: Darío Valle Risoto
En mis recuerdos del viejo conventillo, tengo la figura de mi madre diminuta buscando en la radio de AM a los Beatles, viejo aparato de radio que había armado mi padre que era muy hábil con la electrónica, lamentablemente nunca supo sacarle provecho a sus dotes.
Alrededor de los años sesenta-setenta hubo un auge de cantantes melódicos como Camilo Sexto, Nino Bravo, Leonardo Fabio, también Joan Manuel Serrat, pero este último se desprendía de y toda esa andanada de cantantes por razones más que obvias.
No faltaban cantantes femeninas como la argentina Tormenta, Jeanette y alguna otra, pero los hombres cantaban sus penas de amor y las mujeres suspiraban, tampoco es justo olvidarnos de Raphael que poseía una voz y un histrionismo únicos, recuerdo que una vez fuimos al cine con mi madre y en medio de tres películas daban una de este cantante español y cerca de nosotros una señora lloraba de emoción y mi madre se tenía que tapar la boca para no reírse a carcajadas de la vieja.
Había un cantante chileno, se llamaba Leo Dan, yo muy chico cantaba “Santiago Querido” y hacía reír a todos a mi alrededor, menos mal que por el bien del mundo no se me ocurrió seguir el tema del canto. Claro está que no tenía idea de que era Santiago, me creía que era un tipo sin saber que se refería a la capital de Chile.
Con el paso de los años comienzo a rescatar de Internet algunas canciones, las que estoy escuchando en este momento y aunque en su mayoría son bastante patéticas, con orquestaciones difusas cuando no excesivamente grandilocuentes pero cuadradas, me pongo a pensar en la pérdida de aquella inocencia en que no teníamos un puto oído para estos detalles y simplemente disfrutábamos de una canción.
Mi tío decía que Camilo Sexto era demasiado lindo para ser hombre y mi madre suspiraba escuchando “Fresas Salvajes” pero en el fondo creo que era bastante rockera mi vieja porque una y otra vez volvía a The Beatles o Creedence, un poco menos a The Rolling Stones.
Leonardo Favio le “recorría las entrañas en busca del hijo que no ha de venir" y mi madre decía que era un asqueroso, luego estallaban las risas, mi viejo tomaba mate dulce y sonreía, a mí siempre me gustó Favio, es de los pocos intérpretes que todavía me engancha a pesar de ser Metalero.
Un capítulo aparte merece Sandro, en el cine Intermezzo junto con las de Palito Ortega me fumé todas sus películas, lo soportaba más que al otro que nunca se reía pero ahora me encuentro con alguna vieja peli de ellos y me dan ganas de tirarme por la ventan. ¡Eran otros tiempos!
Tenía en primero de liceo una compañera que se llamaba Rosa, le canté de memoria todo el tema: Rosa Rosa, tan maravillosa… y fue una de mis primeras novias. Bueno, novias sin besos pero para lucirse habían en todas partes, demoró un poco la cosa para volverse un poco más seria.
Fuiste mía un verano, Jamás, Trigal, “Trigo maduro hay en tu pelo”, “Ella, ella ya me olvidó, yo la recuerdo ahora”, tantos temas e intérpretes de un tiempo que nunca volverá porque nos hicimos viejos y exigentes… pensar que ahora creen que el Hip Hop inventó la poesía.
Camilo Sesto decía en una: “Siempre me enamoro de quien de mi no se enamora”… y yo lo comprendo. Comparados con el Reggaeton y la Cumbia villera, estos intérpretes creo que son mucho mejores si se trata de interpretar los sentimientos de un momento en la vida de todos cuando nos volvemos un poco locos por alguien.
RaphaelPor: Darío Valle Risoto
En mis recuerdos del viejo conventillo, tengo la figura de mi madre diminuta buscando en la radio de AM a los Beatles, viejo aparato de radio que había armado mi padre que era muy hábil con la electrónica, lamentablemente nunca supo sacarle provecho a sus dotes.
Alrededor de los años sesenta-setenta hubo un auge de cantantes melódicos como Camilo Sexto, Nino Bravo, Leonardo Fabio, también Joan Manuel Serrat, pero este último se desprendía de y toda esa andanada de cantantes por razones más que obvias.
No faltaban cantantes femeninas como la argentina Tormenta, Jeanette y alguna otra, pero los hombres cantaban sus penas de amor y las mujeres suspiraban, tampoco es justo olvidarnos de Raphael que poseía una voz y un histrionismo únicos, recuerdo que una vez fuimos al cine con mi madre y en medio de tres películas daban una de este cantante español y cerca de nosotros una señora lloraba de emoción y mi madre se tenía que tapar la boca para no reírse a carcajadas de la vieja.
Había un cantante chileno, se llamaba Leo Dan, yo muy chico cantaba “Santiago Querido” y hacía reír a todos a mi alrededor, menos mal que por el bien del mundo no se me ocurrió seguir el tema del canto. Claro está que no tenía idea de que era Santiago, me creía que era un tipo sin saber que se refería a la capital de Chile.
Con el paso de los años comienzo a rescatar de Internet algunas canciones, las que estoy escuchando en este momento y aunque en su mayoría son bastante patéticas, con orquestaciones difusas cuando no excesivamente grandilocuentes pero cuadradas, me pongo a pensar en la pérdida de aquella inocencia en que no teníamos un puto oído para estos detalles y simplemente disfrutábamos de una canción.
Mi tío decía que Camilo Sexto era demasiado lindo para ser hombre y mi madre suspiraba escuchando “Fresas Salvajes” pero en el fondo creo que era bastante rockera mi vieja porque una y otra vez volvía a The Beatles o Creedence, un poco menos a The Rolling Stones.
Leonardo Favio le “recorría las entrañas en busca del hijo que no ha de venir" y mi madre decía que era un asqueroso, luego estallaban las risas, mi viejo tomaba mate dulce y sonreía, a mí siempre me gustó Favio, es de los pocos intérpretes que todavía me engancha a pesar de ser Metalero.
Un capítulo aparte merece Sandro, en el cine Intermezzo junto con las de Palito Ortega me fumé todas sus películas, lo soportaba más que al otro que nunca se reía pero ahora me encuentro con alguna vieja peli de ellos y me dan ganas de tirarme por la ventan. ¡Eran otros tiempos!
Tenía en primero de liceo una compañera que se llamaba Rosa, le canté de memoria todo el tema: Rosa Rosa, tan maravillosa… y fue una de mis primeras novias. Bueno, novias sin besos pero para lucirse habían en todas partes, demoró un poco la cosa para volverse un poco más seria.
Fuiste mía un verano, Jamás, Trigal, “Trigo maduro hay en tu pelo”, “Ella, ella ya me olvidó, yo la recuerdo ahora”, tantos temas e intérpretes de un tiempo que nunca volverá porque nos hicimos viejos y exigentes… pensar que ahora creen que el Hip Hop inventó la poesía.
Camilo Sesto decía en una: “Siempre me enamoro de quien de mi no se enamora”… y yo lo comprendo. Comparados con el Reggaeton y la Cumbia villera, estos intérpretes creo que son mucho mejores si se trata de interpretar los sentimientos de un momento en la vida de todos cuando nos volvemos un poco locos por alguien.
Laonardo Favio
Camilo Sesto
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