Pacifico
Por: Darío Valle Risoto
Hoy se estrena en (HBO) Uruguay y supongo que en el resto de Latinoamérica la nueva miniserie producida por el matrimonio Spielberg-Hanks y que en el mismo sentido de Band of Brothers hace un repaso a la guerra por intermedio de los relatos de los sobrevivientes que siempre son héroes aunque en esa época se hayan cagado en los pantalones, supongo que solo por salir vivo uno es medio héroe de cualquier guerra (Que Superman nos libre).
Ayer vi los dos primeros capítulos obviamente que para contarles, luego procedí a destruirlos para comprarme algún día las obras originales. Es un buen trabajo aunque me dejó, comparada con la obra antes mencionada, con la sensación de que le faltó un poco más de ganas a la cosa, les cito un ejemplo: en determinado momento los marines quedan aislados en Guadalcanal sin suministros y con pocas municiones y rodeados de algún que otro ponja, sin embargo ninguno se manda la reverenda puteada que el gobierno de los estados unidos, dios y los nipones se merecen en este caso. Supongo que en la década del cuarenta el patriotismo evitaba tales desmanes gramaticales.
De todas maneras uno comienza a familiarizarse con los soldados y hasta les llega a tomar cariño a estos asesinos en nombre de la patria que pretenden salvar al mundo de esa ola casi incontenible que desde Japón se extendía por el Pacífico y llegó casi hasta las puertas de Australia. Las historias personales se desarrollan entrecruzándose con los amigos en batalla que poco a poco van adquiriendo ese hermoso lustre de soldados universales que yanquilandia tanto nos ha vendido con sus hermosas gestas de esa lucha imperecedera por la libertad, la democracia, el chicle y las hamburguesas.
Está buena, la recomiendo pero no se la crean mucho.
Por: Darío Valle Risoto
Hoy se estrena en (HBO) Uruguay y supongo que en el resto de Latinoamérica la nueva miniserie producida por el matrimonio Spielberg-Hanks y que en el mismo sentido de Band of Brothers hace un repaso a la guerra por intermedio de los relatos de los sobrevivientes que siempre son héroes aunque en esa época se hayan cagado en los pantalones, supongo que solo por salir vivo uno es medio héroe de cualquier guerra (Que Superman nos libre).
Ayer vi los dos primeros capítulos obviamente que para contarles, luego procedí a destruirlos para comprarme algún día las obras originales. Es un buen trabajo aunque me dejó, comparada con la obra antes mencionada, con la sensación de que le faltó un poco más de ganas a la cosa, les cito un ejemplo: en determinado momento los marines quedan aislados en Guadalcanal sin suministros y con pocas municiones y rodeados de algún que otro ponja, sin embargo ninguno se manda la reverenda puteada que el gobierno de los estados unidos, dios y los nipones se merecen en este caso. Supongo que en la década del cuarenta el patriotismo evitaba tales desmanes gramaticales.
De todas maneras uno comienza a familiarizarse con los soldados y hasta les llega a tomar cariño a estos asesinos en nombre de la patria que pretenden salvar al mundo de esa ola casi incontenible que desde Japón se extendía por el Pacífico y llegó casi hasta las puertas de Australia. Las historias personales se desarrollan entrecruzándose con los amigos en batalla que poco a poco van adquiriendo ese hermoso lustre de soldados universales que yanquilandia tanto nos ha vendido con sus hermosas gestas de esa lucha imperecedera por la libertad, la democracia, el chicle y las hamburguesas.
Está buena, la recomiendo pero no se la crean mucho.
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