Plante un árbol, ame un milicoPor: Darío Valle Risoto
El Presidente uruguayo José Mujica en su espacio radial del día de ayer hizo una serie de declaraciones en torno a la relación del Frente Amplio con los militares y estableció que de alguna manera algunos dirigentes frente amplistas no han hecho mucho por mejorar las relaciones con el ejército que permanece de alguna manera separado de la sociedad.
No debo decirles que volvía agarrarme una gran calentura con esa actitud que tiene nuestro anciano presidente y ex guerrillero, el que alguna vez supo tomar las armas para intentar cambiar una sociedad minada por la corrupción, la flagelación de las libertades individuales y un estado que se transformaba rápidamente en una suerte de fascismo de manos del despreciable presidente Jorge Pacheco Areco. Esa actitud que antes aprecié en dirigentes como Eleuterio Fernández Huidobro que no solo se ponen en la vereda de enfrente en cuanto al tema de los milicos sino que llegan casi hasta la lamentable posición de querer hacernos creer que son seres humanos.
Como anarquista me siento realmente superado por el pensamiento ingenuo o quizás maligno de aquellos que aceptan que en el mundo haya una clase militar, para peor en sus declaraciones dejó entrever que dado el caso, sería el ejército quién deba defender la democracia si sucede determinada catástrofe.
Me parece que me toma por tonto cuando llega a sostener que los militares deben integrarse a una sociedad a la que realmente fueron entrenados para no pertenecer, que marginarlos de nuestro mundo cotidiano es una parte integral de su entrenamiento como seres descerebrados preparados obedecer órdenes, así se trate de matar a sus madres y cualquier intento de que sean hombres productivos y pensantes pasa indefectiblemente porque dejen las armas y se dediquen a vivir comos personas.
La clase militar fue creada como guerreros profesionales que dedican su vida a resguardar determinados territorios, en la mayoría del mundo y especialmente en Latinoamérica los militares se han transformado en ejércitos de ocupación interna cuando suceden crisis político-sociales y no me refiero solamente a las dictaduras de derecha.
Parece que luego de cuestionar la existencia de dios, pegadita viene a tildarse de una locura la idea de que en el mundo no deban existir los ejércitos, ya el ser humano debería comenzar en tratar de cuestionarse de una vez por todas determinadas instituciones creadas con el solo y único fin de mantenernos oprimidos y controlados del poder de turno.
Las declaraciones de Mujica apestan de principio a fin y realmente lamento haber votado a alguien que ahora parece olvidarse de los centros de tortura, de los desaparecidos y además quiere que se dejen en libertad a esas escorias que formaron parte de una época muy dura de este país. Esto último lo digo en referencia a su reiterada idea de que los mayores de setenta años deban tener la posibilidad de salir libres si están encarcelados. ¿Y de ser presidentes?
El Presidente uruguayo José Mujica en su espacio radial del día de ayer hizo una serie de declaraciones en torno a la relación del Frente Amplio con los militares y estableció que de alguna manera algunos dirigentes frente amplistas no han hecho mucho por mejorar las relaciones con el ejército que permanece de alguna manera separado de la sociedad.
No debo decirles que volvía agarrarme una gran calentura con esa actitud que tiene nuestro anciano presidente y ex guerrillero, el que alguna vez supo tomar las armas para intentar cambiar una sociedad minada por la corrupción, la flagelación de las libertades individuales y un estado que se transformaba rápidamente en una suerte de fascismo de manos del despreciable presidente Jorge Pacheco Areco. Esa actitud que antes aprecié en dirigentes como Eleuterio Fernández Huidobro que no solo se ponen en la vereda de enfrente en cuanto al tema de los milicos sino que llegan casi hasta la lamentable posición de querer hacernos creer que son seres humanos.
Como anarquista me siento realmente superado por el pensamiento ingenuo o quizás maligno de aquellos que aceptan que en el mundo haya una clase militar, para peor en sus declaraciones dejó entrever que dado el caso, sería el ejército quién deba defender la democracia si sucede determinada catástrofe.
Me parece que me toma por tonto cuando llega a sostener que los militares deben integrarse a una sociedad a la que realmente fueron entrenados para no pertenecer, que marginarlos de nuestro mundo cotidiano es una parte integral de su entrenamiento como seres descerebrados preparados obedecer órdenes, así se trate de matar a sus madres y cualquier intento de que sean hombres productivos y pensantes pasa indefectiblemente porque dejen las armas y se dediquen a vivir comos personas.
La clase militar fue creada como guerreros profesionales que dedican su vida a resguardar determinados territorios, en la mayoría del mundo y especialmente en Latinoamérica los militares se han transformado en ejércitos de ocupación interna cuando suceden crisis político-sociales y no me refiero solamente a las dictaduras de derecha.
Parece que luego de cuestionar la existencia de dios, pegadita viene a tildarse de una locura la idea de que en el mundo no deban existir los ejércitos, ya el ser humano debería comenzar en tratar de cuestionarse de una vez por todas determinadas instituciones creadas con el solo y único fin de mantenernos oprimidos y controlados del poder de turno.
Las declaraciones de Mujica apestan de principio a fin y realmente lamento haber votado a alguien que ahora parece olvidarse de los centros de tortura, de los desaparecidos y además quiere que se dejen en libertad a esas escorias que formaron parte de una época muy dura de este país. Esto último lo digo en referencia a su reiterada idea de que los mayores de setenta años deban tener la posibilidad de salir libres si están encarcelados. ¿Y de ser presidentes?
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