Una Muerte bien explicada
Por: Darío Valle Risoto
Eran amigos desde hacía años, tal vez su amistad comenzó aquel día que los dejaron juntos jugando con arena en el kinder o fue poco después al ingresar a la escuela primaria, pero era cierto que Elisa y Fabián eran casi como hermanos, Por lo tanto cuando abordaron la adolescencia era justo que tuvieran sus peleas, aún así Fabián era un joven de buen corazón que creía firmemente en la bondad de la gente, lástima que se equivocaba.
A los quince años Elisa conoció a Marcelo y fueron novios casi sin darse cuenta, era comprensible, era un muchacho algo arrogante pero muy guapo, mientras que Fabián tenía todas las características del chico común aunque era muy querido por sus compañeros del instituto gracias a su buena onda.
Marcelo lo trataba con cierto recelo, muchas veces no quería que les acompañe al cine o a dar una vuelta y él trataba de alejarse para no causar problemas pero Elisa parecía que necesitaba tenerlo cerca aunque no lo suficiente como para quererlo de otra forma.
Cierta tarde Fabián le confesó a su madre que presentía que estaba enamorándose de Elisa, su vieja le dijo que era de esperarse porque habían pasado la mayor parte de su vida juntos, sin embargo tenía que respetar que ella tuviera novio, solo había que esperar, su padre unos días después le dijo algo parecido pero como suele suceder, los hombres tenemos otra forma de encarar ciertos problemas, así que le aconsejó que se consiga otra novia y ya.
A los dieciséis años no es fácil olvidarse de alguien que se quiere y verla a ella besándose con Marcelo comenzaba a ser una especie de úlcera que quemaba muy fuerte pero el tiempo fue transcurriendo y pasaron algunos años donde Fabián comenzó a convencerse que el amor de su querida amiga y ese tipo era de verdad más sólido que las piedras.
En 1982 se casaron, hubo fiesta en el club Gloria, muy cerca de la casa de ambos, ella estaba radiante y Fabián había ido acompañado de su reciente novia Perla a la fiesta. Ya no cabía duda de que su querida amiga se alejaba para siempre de su vida.
Se fueron de Luna de Miel a Bahía y todo comenzó a volver a la normalidad cuando regresaron y se fueron a vivir bastante lejos del bario Unión lo que de alguna manera era un alivio.
Fabián a los veinticinco años ya tenía una larga relación con María Marta, una chica bastante comprensiva a la que le llegó a contar de su amor adolescente.
A María Marta le parecía muy triste que no la haya vuelto a ver pero a veces la vida aleja a la gente hasta en una ciudad inmensamente pequeña como Montevideo, sin embargo esa misma razón hizo que se cruzaran en una navidad en casa de unos tíos con ella y su marido.
Fue muy difícil estrecharle la mano a Marcelo y mucho más besar a Elisa que seguía inmensamente bella, aunque su otrora simpatía se había borrado casi por completo a pesar de su embarazo.
María Marta era una compañera muy especial, mirando a Fabián comprendió que algunos amores aunque soterrados siempre asoman en alguna parte del corazón, de todas maneras tuvo la grandeza de conversar animadamente con la chica sobretodo por la espera de su primer hijo.
Cuando terminó la fiesta regresaron a casa, vivían juntos desde hacía un par de años en una buena relación donde María Marta se tomaba tiempo para trabajar y estudiar y Fabián respetaba sus espacios, sin embargo nunca habían reafirmado su alianza con algo legal o tradicional como una boda.
Pero ella en la conversación durante la fiesta había llegado a intercambiar algunas cosas personales con Elisa, las que compartió de la mejor forma posible con su compañero, no era nada fácil contarle que Marcelo le pegaba a su esposa, nada menos que a la chica que fue parte de sus sueños desde niño.
Desde ese día la noticia de que el marido de Elisa era un tipo violento y de que su matrimonio desde luego iba muy mal le atravesó los pensamientos a Fabián como una daga caliente, hasta que dos meses después se enteró que Elisa había tenido un accidente y había perdido a su hijo.
Su marido había sido interrogado por la policía debido a sus antecedentes por peleas domésticas pero había sido exonerado de culpas, días después ella era dada de alta y volvía a vivir con él en la misma casa, una semana después la volvían a internar por una tremenda paliza, ella aducía que habían entrado a robarles y que no podía identificar a los agresores.
María Marta y Fabián sabían que su marido la había golpeado, era una verdad a gritos y sin embargo nada pasó con Marcelo que seguía con su vida normal.
El alejamiento anterior ahora se había transformado en una suerte de obsesión para Fabián que por medio de diferentes conocidos se iba enterando de la terrible circunstancia de la vida de Elisa.
Entonces tuvieron una conversación con María Marta que terminó de convencer a Fabián que era una compañera inapreciable, tanto que estaba dispuesta a acompañarlo para hacer justicia.
___ Hablar con ese tipo no va a servir de nada.
___ Lo sé. ___Dijo Fabián cabizbajo.
María Marta fue hasta el garaje y trajo una pistola 38 que había sido de su padre y la puso sobre la mesa.
Unos diez días después encontraron a Marcelo muerto en un callejón con dos tiros en la cabeza.
A fin de año María Marta y Fabián se casaron, Elisa conoció a un buen hombre y hoy tiene tres hijos.
Por: Darío Valle Risoto
Eran amigos desde hacía años, tal vez su amistad comenzó aquel día que los dejaron juntos jugando con arena en el kinder o fue poco después al ingresar a la escuela primaria, pero era cierto que Elisa y Fabián eran casi como hermanos, Por lo tanto cuando abordaron la adolescencia era justo que tuvieran sus peleas, aún así Fabián era un joven de buen corazón que creía firmemente en la bondad de la gente, lástima que se equivocaba.
A los quince años Elisa conoció a Marcelo y fueron novios casi sin darse cuenta, era comprensible, era un muchacho algo arrogante pero muy guapo, mientras que Fabián tenía todas las características del chico común aunque era muy querido por sus compañeros del instituto gracias a su buena onda.
Marcelo lo trataba con cierto recelo, muchas veces no quería que les acompañe al cine o a dar una vuelta y él trataba de alejarse para no causar problemas pero Elisa parecía que necesitaba tenerlo cerca aunque no lo suficiente como para quererlo de otra forma.
Cierta tarde Fabián le confesó a su madre que presentía que estaba enamorándose de Elisa, su vieja le dijo que era de esperarse porque habían pasado la mayor parte de su vida juntos, sin embargo tenía que respetar que ella tuviera novio, solo había que esperar, su padre unos días después le dijo algo parecido pero como suele suceder, los hombres tenemos otra forma de encarar ciertos problemas, así que le aconsejó que se consiga otra novia y ya.
A los dieciséis años no es fácil olvidarse de alguien que se quiere y verla a ella besándose con Marcelo comenzaba a ser una especie de úlcera que quemaba muy fuerte pero el tiempo fue transcurriendo y pasaron algunos años donde Fabián comenzó a convencerse que el amor de su querida amiga y ese tipo era de verdad más sólido que las piedras.
En 1982 se casaron, hubo fiesta en el club Gloria, muy cerca de la casa de ambos, ella estaba radiante y Fabián había ido acompañado de su reciente novia Perla a la fiesta. Ya no cabía duda de que su querida amiga se alejaba para siempre de su vida.
Se fueron de Luna de Miel a Bahía y todo comenzó a volver a la normalidad cuando regresaron y se fueron a vivir bastante lejos del bario Unión lo que de alguna manera era un alivio.
Fabián a los veinticinco años ya tenía una larga relación con María Marta, una chica bastante comprensiva a la que le llegó a contar de su amor adolescente.
A María Marta le parecía muy triste que no la haya vuelto a ver pero a veces la vida aleja a la gente hasta en una ciudad inmensamente pequeña como Montevideo, sin embargo esa misma razón hizo que se cruzaran en una navidad en casa de unos tíos con ella y su marido.
Fue muy difícil estrecharle la mano a Marcelo y mucho más besar a Elisa que seguía inmensamente bella, aunque su otrora simpatía se había borrado casi por completo a pesar de su embarazo.
María Marta era una compañera muy especial, mirando a Fabián comprendió que algunos amores aunque soterrados siempre asoman en alguna parte del corazón, de todas maneras tuvo la grandeza de conversar animadamente con la chica sobretodo por la espera de su primer hijo.
Cuando terminó la fiesta regresaron a casa, vivían juntos desde hacía un par de años en una buena relación donde María Marta se tomaba tiempo para trabajar y estudiar y Fabián respetaba sus espacios, sin embargo nunca habían reafirmado su alianza con algo legal o tradicional como una boda.
Pero ella en la conversación durante la fiesta había llegado a intercambiar algunas cosas personales con Elisa, las que compartió de la mejor forma posible con su compañero, no era nada fácil contarle que Marcelo le pegaba a su esposa, nada menos que a la chica que fue parte de sus sueños desde niño.
Desde ese día la noticia de que el marido de Elisa era un tipo violento y de que su matrimonio desde luego iba muy mal le atravesó los pensamientos a Fabián como una daga caliente, hasta que dos meses después se enteró que Elisa había tenido un accidente y había perdido a su hijo.
Su marido había sido interrogado por la policía debido a sus antecedentes por peleas domésticas pero había sido exonerado de culpas, días después ella era dada de alta y volvía a vivir con él en la misma casa, una semana después la volvían a internar por una tremenda paliza, ella aducía que habían entrado a robarles y que no podía identificar a los agresores.
María Marta y Fabián sabían que su marido la había golpeado, era una verdad a gritos y sin embargo nada pasó con Marcelo que seguía con su vida normal.
El alejamiento anterior ahora se había transformado en una suerte de obsesión para Fabián que por medio de diferentes conocidos se iba enterando de la terrible circunstancia de la vida de Elisa.
Entonces tuvieron una conversación con María Marta que terminó de convencer a Fabián que era una compañera inapreciable, tanto que estaba dispuesta a acompañarlo para hacer justicia.
___ Hablar con ese tipo no va a servir de nada.
___ Lo sé. ___Dijo Fabián cabizbajo.
María Marta fue hasta el garaje y trajo una pistola 38 que había sido de su padre y la puso sobre la mesa.
Unos diez días después encontraron a Marcelo muerto en un callejón con dos tiros en la cabeza.
A fin de año María Marta y Fabián se casaron, Elisa conoció a un buen hombre y hoy tiene tres hijos.
FIN
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