Cosas de Zombies
Por: Darío Valle Risoto
Primero fueron las pelis de George Romero y se lanzó un subgénero del terror que rindió sus buenos triperíos y sustancias pegajosas por doquier, claro que hubo buenos y malos filmes y hasta me atrevería a decir que si no fuera por eso no hubiéramos disfrutado de estos grandes video juegos nipones como Resident Evil y un montón sin igual de imitaciones. Más allá de viejas chotas que ponen el grito en el cielo porque sus nietos de ocho años comentan como le desparramaron el cerebro a némesis o que se le vieron las bombachas a Claire cuando saltó del edificio antes de que explotara, todo estará bien.
¿Hacen mal estos juegos?
Claro que Nooooooo, tienen sus ventajas: Los padres pueden hacer chanchadas mientras sus niños matan muertos (Valga la redundancia), los niños adquieren reflejos y puntería, nunca se sabe si el gobierno un buen día le da por abrir los estadios en medio de un campeonato de fútbol y la ciudad se desborda de hinchas babeandose y tratando de comer cerebros vivos (Ellos carecen de ese reyenito en sus cabezas) o en una buena se les ocurre estudiar medicina y dejan de jugar con los restos del abuelo que aunque estén en el sótano huelen como la mierda.
Bueno, unos wallpapers de Resident Evil para que quiten ese de Hello Kitty ¡no seais maricones tíos..!.
Si, ya se: se parece a mi tío Alfredo
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