Violencia y Cultura
Por: Darío Valle Risoto
Me entero que mataron a un pibe conocido de mis primos hace unas horas en el barrio y este tema no es un hecho aislado pero si predecible si tomamos en cuenta que anduvo demasiado cerca de un apostadero plancha donde toman alcohol mientras lavan autos, hacen ritos de macumba durante la noche y escuchan todo el día cumbias villeras. Usted me dirá: __ Bueno, eso no quiere decir que sean mala gente porque muchos son así y no pasa nada. Y Yo le contestaré: __ Seguramente en Disneylandia usted pueda juntar una serie de elementos como los que nombré y nunca haya un problema.
Aunque me dijeron que hace poco Goofy le pegó a un niño.
Estamos en el horno si seguimos sosteniendo porfiadamente que son el producto de la sociedad capitalista, que si lo son, pero: ¿Por qué carajo debo ser víctima de las víctimas del sistema? Y todo le sirve a la derecha para pedir mano dura, gatillo fácil la baja de imputabilidad a las edades más tempranas y un montón de soluciones de pacotilla a un dilema social que como bola de nieve llena de granadas se nos viene arriba.
Como comunicador social estoy convencido que los medios de comunicación tienen cuota parte en la pérdida de los mínimos valores de convivencia que nunca fueron perfectos pero hoy día están en su peor momento. Ayer vi las imágenes de un grupo de barras bravas penetrar a un hospital de Buenos Aires para cobrarse venganza de otro chimpancé que supuestamente había matado a uno de ellos. Se ganan la calle, nuestras vidas y hasta un lugar que debería ser sagrado como un centro de atención a la salud de la gente. No tienen un mínimo código como para esperarlo afuera por simple consideración por los otros enfermos, nada más que eso.
Y los medios de comunicación son en muchos casos los estandartes de una violencia tanto latente y manifiesta en sus actores, sus entrevistados, la continua y solapada complicidad del poder que se nutre del miedo de la ciudadanía y abona la industria de la seguridad privada y de la estanca separación de clases. Ellos en su mugre y nosotros en los barrios privados, nosotros vamos a Miami y después les mostramos por televisión la vida que solo vendiendo droga, prostituyéndose o robando pueden soñar con tener.
Pero no alcanza con represión cuando exponencialmente se multiplica la miseria ya que la marginalidad produce más niños que las clases media y alta. ¿Campaña de esterilización? Solución muy nazi pero no me desagrada del todo, ¿Para que dejar que un energúmeno que solo sabe coger, pelear y robar tenga descendencia? Encontré a un pibe que se la pasa drogado con pasta base, está en la calle todo el tiempo pidiendo plata y no sirve absolutamente para nada en la vida y me dice: __ Felicítame, voy a ser padre. __La verdad me dieron ganas de llorar.
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