Por: Dick Giordano
Traducido del Portugués por: Darío Valle
(Conclusión, viene de la parte 1)
Batman hace lo que hace por el mismo, por la necesidad, lo que la sociedad gana con eso es la consecuencia… mas no su razón primaria para sus actividades. Así cuando nos sentimos desconfortados con el lado negro de la naturaleza de Batman, aún así lo entendemos porque nosotros sabemos que no es cierto que no nos tentaríamos de hacer lo mismo que él si hubiésemos asistido al asesinato de nuestros padres.
Claro que yo no pensaba exactamente así en esa época, tenía apenas seis o siete años y era incapaz de un razonamiento de ese tipo. Para mi Batman era un justiciero aliñado, fuerte y experto con habilidades acrobáticas, mas sin super poderes. El era solo una cara común que aprendió a hacer un montón de cosas maravillosas, como ir de un lugar a otro con su batisoga, (Nunca pude saber donde la cuerda estaba atada o como Batman la amarraba, pero eso no me preocupaba.)
Yo sabía que podía pretender ser Batman, nunca podría ser Superman, no había forma de conseguir poderes iguales a los del super Hombre, yo precisaría haber nacido en otro planeta, pero nada me impedía ser como el joven Bruce Wayne y algún día ser igual a Batman.
Pero nunca comencé el entrenamiento y por lo tanto permanecí como una persona común, mas sabía que eso podía hacerse y allí residía la parte más atractiva del personaje que yo admiraba. Obviamente hubo muchos otros elementos que se agregaron a su aspecto básico de héroe, Bruce Wayne era rico, pasaba por un Playboy, eso era parte de la diversión. Yo me sentía involucrado cuando Bruce asistía a una fiesta porque sabía que él era Batman y que luego vestiría su máscara y entregaría a los bandidos a la justicia cambiando su papel de millonario antes de que la historia terminase. Nadie en la historia sabía mas que yo. Me gustaba también la relación padre – hijo entre Bruce y Dick Grayson, también conocido por Robin, su pupilo; y especialmente la relación con su fiel mayordomo Alfred, también la especial sociedad entre el comisionado Gordon y Batman, ambos sabían que eran efectivos trabajando juntos aunque eso nunca podría tornarse oficial. En cuanto crecía continué leyendo las historias de Batman, algunas cobraron significados diferentes a medida que yo maduraba pero continuaban siendo válidas para mí. En algún período de mi adolescencia decidí que no podía dejar mis alegrías de infancia totalmente atrás, a los trece años decidí ser dibujante de historietas. Yo deseaba que mi experiencia leyendo historietas fueran para mí el impulso de entretener a la gente como yo fui entretenido.
Consecuentemente fijé mis energías en ese objetivo y nunca pensé en hacer otra cosa de mi vida, por lo tanto aquel primer contacto con Batman tuvo un papel muy importante en la elección de mi carrera y fue el principal factor de mi permanencia en este campo por mas de treinta y cinco años. Me torné profesional de la industria de los cuadritos en Marzo de 1952, hice una montaña de cosas durante quince años, al final de mi período de entrenamiento comencé a trabajar para DC Cómics en 1967 (La editora se llamaba entonces National Periodical Publications), un nombre que disfrazaba su actividad principal de publicar historietas. De todas formas el trabajo regular de editar varios títulos de la DC fue muy gratificante, mi satisfacción era usar mi tiempo libre en una plancha de diseños haciendo arte final de historietas para otros editores, a todos les parecía gustar mi trabajo. Después de algún tiempo me entregaron una historia de Batman para hacer el arte final.
Ellos me dieron una historia de Batman, era como si me hubiese muerto y estuviera en el cielo.
En cuanto leía la historia y miraba los diseños fui transportado de vuelta para aquel día hacía muchos años cuando revolví ese montón de revistas y miré por primera vez la imagen de Batman. Mi reacción fue: ¡Estoy en casa de nuevo, completé un ciclo!. Era de perder la razón, simples palabras no podrán expresar mi alegría al permitirme hacer una contribución creativa para continuar la leyenda de un personaje que amaba y que era aclamado como uno de los dos más grandes héroes de ficción de nuestra era. Yo no podía estar más feliz. Aquel fue el inicio de mi relación con el caballero de las tinieblas, nunca el fin, desde entonces tuve la suerte de estar en el lugar justo en el momento justo, cuando la oportunidad de diseñar el arte final de Batman apareció.
Dick Giordano es uno de los mas respetados artistas y editores en el área de las historietas, actualmente es vicepresidente/editor ejecutivo de DC Cómics Inc. (Al momento de publicarse este artículo)
Claro que yo no pensaba exactamente así en esa época, tenía apenas seis o siete años y era incapaz de un razonamiento de ese tipo. Para mi Batman era un justiciero aliñado, fuerte y experto con habilidades acrobáticas, mas sin super poderes. El era solo una cara común que aprendió a hacer un montón de cosas maravillosas, como ir de un lugar a otro con su batisoga, (Nunca pude saber donde la cuerda estaba atada o como Batman la amarraba, pero eso no me preocupaba.)
Yo sabía que podía pretender ser Batman, nunca podría ser Superman, no había forma de conseguir poderes iguales a los del super Hombre, yo precisaría haber nacido en otro planeta, pero nada me impedía ser como el joven Bruce Wayne y algún día ser igual a Batman.
Pero nunca comencé el entrenamiento y por lo tanto permanecí como una persona común, mas sabía que eso podía hacerse y allí residía la parte más atractiva del personaje que yo admiraba. Obviamente hubo muchos otros elementos que se agregaron a su aspecto básico de héroe, Bruce Wayne era rico, pasaba por un Playboy, eso era parte de la diversión. Yo me sentía involucrado cuando Bruce asistía a una fiesta porque sabía que él era Batman y que luego vestiría su máscara y entregaría a los bandidos a la justicia cambiando su papel de millonario antes de que la historia terminase. Nadie en la historia sabía mas que yo. Me gustaba también la relación padre – hijo entre Bruce y Dick Grayson, también conocido por Robin, su pupilo; y especialmente la relación con su fiel mayordomo Alfred, también la especial sociedad entre el comisionado Gordon y Batman, ambos sabían que eran efectivos trabajando juntos aunque eso nunca podría tornarse oficial. En cuanto crecía continué leyendo las historias de Batman, algunas cobraron significados diferentes a medida que yo maduraba pero continuaban siendo válidas para mí. En algún período de mi adolescencia decidí que no podía dejar mis alegrías de infancia totalmente atrás, a los trece años decidí ser dibujante de historietas. Yo deseaba que mi experiencia leyendo historietas fueran para mí el impulso de entretener a la gente como yo fui entretenido.
Consecuentemente fijé mis energías en ese objetivo y nunca pensé en hacer otra cosa de mi vida, por lo tanto aquel primer contacto con Batman tuvo un papel muy importante en la elección de mi carrera y fue el principal factor de mi permanencia en este campo por mas de treinta y cinco años. Me torné profesional de la industria de los cuadritos en Marzo de 1952, hice una montaña de cosas durante quince años, al final de mi período de entrenamiento comencé a trabajar para DC Cómics en 1967 (La editora se llamaba entonces National Periodical Publications), un nombre que disfrazaba su actividad principal de publicar historietas. De todas formas el trabajo regular de editar varios títulos de la DC fue muy gratificante, mi satisfacción era usar mi tiempo libre en una plancha de diseños haciendo arte final de historietas para otros editores, a todos les parecía gustar mi trabajo. Después de algún tiempo me entregaron una historia de Batman para hacer el arte final.
Ellos me dieron una historia de Batman, era como si me hubiese muerto y estuviera en el cielo.
En cuanto leía la historia y miraba los diseños fui transportado de vuelta para aquel día hacía muchos años cuando revolví ese montón de revistas y miré por primera vez la imagen de Batman. Mi reacción fue: ¡Estoy en casa de nuevo, completé un ciclo!. Era de perder la razón, simples palabras no podrán expresar mi alegría al permitirme hacer una contribución creativa para continuar la leyenda de un personaje que amaba y que era aclamado como uno de los dos más grandes héroes de ficción de nuestra era. Yo no podía estar más feliz. Aquel fue el inicio de mi relación con el caballero de las tinieblas, nunca el fin, desde entonces tuve la suerte de estar en el lugar justo en el momento justo, cuando la oportunidad de diseñar el arte final de Batman apareció.
Dick Giordano es uno de los mas respetados artistas y editores en el área de las historietas, actualmente es vicepresidente/editor ejecutivo de DC Cómics Inc. (Al momento de publicarse este artículo)
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