Por : Darío Valle Risoto
En el cuento de Robert F. Young "Treinta días tenía setiembre" el autor nos narra la historia del señor Danby que compra una maestra robot ya en deshuso y a lo largo de la narración se termina enamorando de ella. No les sorprenderá que este cuento sea de mis preferidos de la ciencia ficción y junto a los relatos apasionantes de Asimov motivaron mis cuentos de Robots y sobre todo los que se titulan: "Nota de pedido urgente" que por el momento tengo algo abandonados de este blog.
La ciencia ficción también llamada: Literatura de anticipación nunca será mejor bautizada en estos tiempos de la era digital donde poco a poco los mundos que hace tan solo cincuenta años eran parte de la imaginación nos van ocupando las vidas, los ejemplos cunden, imaginémonos una vida sin celulares, computadoras o vídeos digitales?, sin embargo nuestros padres y abuelos no lo podían pensar.
Podría escribirles un montón de chistes sobre la necesidad en el Rio de la plata de comprar en forma urgente estas maestras para evitar que los gremios de la educación dejen de hacer sus justos reclamos por salarios mejores y un sistema educativo eficaz donde hoy subyace un plan para hacer a la gente cada día más idiota.
En el cuento de Robert F. Young "Treinta días tenía setiembre" el autor nos narra la historia del señor Danby que compra una maestra robot ya en deshuso y a lo largo de la narración se termina enamorando de ella. No les sorprenderá que este cuento sea de mis preferidos de la ciencia ficción y junto a los relatos apasionantes de Asimov motivaron mis cuentos de Robots y sobre todo los que se titulan: "Nota de pedido urgente" que por el momento tengo algo abandonados de este blog.
La ciencia ficción también llamada: Literatura de anticipación nunca será mejor bautizada en estos tiempos de la era digital donde poco a poco los mundos que hace tan solo cincuenta años eran parte de la imaginación nos van ocupando las vidas, los ejemplos cunden, imaginémonos una vida sin celulares, computadoras o vídeos digitales?, sin embargo nuestros padres y abuelos no lo podían pensar.
Podría escribirles un montón de chistes sobre la necesidad en el Rio de la plata de comprar en forma urgente estas maestras para evitar que los gremios de la educación dejen de hacer sus justos reclamos por salarios mejores y un sistema educativo eficaz donde hoy subyace un plan para hacer a la gente cada día más idiota.
La bella maestra está capacitada no solo para impartir sus clases sino que también puede regañar a sus alumnos si es necesario, será cuestión de tiempo si estos modelos se van superando para que la sociedad les encuentre aplicaciones diferentes como el trabajo de secretarias, limpieza y por que no el sexo. Poco a poco se viene el futuro y habrá que estar preparados para todo.
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