La Eterna batalla
Por: Darío Valle Risoto
Esta película narra los hechos ocurridos durante la reunión en 1999 de la OMC Organización Mundial del Comercio, desde diferentes puntos de vista y con historias que si bien son ficticias están basadas en los hechos reales acontecidos durante las protestas pacíficas organizadas contra este miting de los mafiosos que lucran con el hambre mundial, será cuestión del espectador elegir de que lado del combate se imagina. No será fácil pero este filme tiene un buen balance entre víctimas y victimarios en un sistema democrático que se ufana de defender las libertades individuales pero hace eclosión cuando la demagogia desborda todos los canales posibles, no faltarán los que interpretarán a los integrantes que acuden por ejemplo: a pedir la sensibilidad para que los medicamentos lleguen a África o los hombres defensores de la ley que terminan siendo atropellados por su propia línea de acción. Desde luego será casi inevitable que se le adjudique a un supuesto "Anarquista" cierta culpa por las hostilidades que terminaron poniendo esta ciudad del noroeste de los Estados Unidos al borde de una guerra civil, ni tampoco las lecciones de moralina norteamericana que ponen al alcalde como un inocente hombre de paz, de todas maneras es recomendable sobre todo para aquellos que se creen que nada pueden hacer para mejorar el mundo y solo protestan desde sus butacas.
Me quedó la pregunta: ¿Hay revoltosos profesionales?, parece que si, tal como pueden pensar quienes escribieron este buen guion que desde luego pierde la óptica real cuandos e mete a romantiquear y jugar con el melodrama pero despues de todo, es posible, al menos en Norteamérica.
Por: Darío Valle Risoto
Esta película narra los hechos ocurridos durante la reunión en 1999 de la OMC Organización Mundial del Comercio, desde diferentes puntos de vista y con historias que si bien son ficticias están basadas en los hechos reales acontecidos durante las protestas pacíficas organizadas contra este miting de los mafiosos que lucran con el hambre mundial, será cuestión del espectador elegir de que lado del combate se imagina. No será fácil pero este filme tiene un buen balance entre víctimas y victimarios en un sistema democrático que se ufana de defender las libertades individuales pero hace eclosión cuando la demagogia desborda todos los canales posibles, no faltarán los que interpretarán a los integrantes que acuden por ejemplo: a pedir la sensibilidad para que los medicamentos lleguen a África o los hombres defensores de la ley que terminan siendo atropellados por su propia línea de acción. Desde luego será casi inevitable que se le adjudique a un supuesto "Anarquista" cierta culpa por las hostilidades que terminaron poniendo esta ciudad del noroeste de los Estados Unidos al borde de una guerra civil, ni tampoco las lecciones de moralina norteamericana que ponen al alcalde como un inocente hombre de paz, de todas maneras es recomendable sobre todo para aquellos que se creen que nada pueden hacer para mejorar el mundo y solo protestan desde sus butacas.
Me quedó la pregunta: ¿Hay revoltosos profesionales?, parece que si, tal como pueden pensar quienes escribieron este buen guion que desde luego pierde la óptica real cuandos e mete a romantiquear y jugar con el melodrama pero despues de todo, es posible, al menos en Norteamérica.
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