Invasión del mundo – Batalla: Los Ángeles
Por: Darío Valle Risoto
En realidad esta es una película bélica, el tema de la ciencia ficción viene por los enemigos de los marines usamericanos que bien podrían haber sido afganos, Nazis o la hinchada de Boca Juniors. La excusa del enemigo pasa a segundo plano cuando se usan todos y cada uno de los clisés de las películas “de guerra” a saber:
1-El soldado veterano que debe responder a un superior más joven
2-El soldado novato y virgen que esta allí al pedo
3-El soldado que perdió a su hermano en batalla y vive un infierno porque este se murió sin devolverle sus discos de Pimpinela.
4-La muerte gloriosa del valiente marine para salvar a sus camaradas de armas, si, los mismos que le tocaban el culo en los vestuarios.
5-La protagonista femenina que no sirve para nada pero nunca sobran buenas tetas.
6-Los civiles que solo sirven para entorpecer la gloriosa labor de los soldados del país más importante del mundo.
7-La destrucción final de la base enemiga y la vuelta a casa solo para recargar municiones.
Y sin embargo es entretenida, porque siempre funciona ver como cocinan a los marines con rayos de todo tipo, unos alienígenas parecidos a nada aunque sabemos que al final siempre ganan los buenos ¿?. De todas maneras me quedaré siempre con esa obra maestra llamada: Día de la Independencia porque su abuso de los clisés antes mencionados se pasaban de la raya y eso la ponía muchas veces del lado del humor involuntario como la escena del discurso del presidente encarnado por Bill Pullman.
Me quedo con la sensación de que hice bien en no ir al cine porque me hubiera agarrado una calentura de aquellas ya que más de dos minutos viendo soldados que pretenden llevarme de la nariz a sentirme patriota me revuelve el tripero anarquista. Por lo tanto es una buena aventura con más de lo mismo del tipo de guerra que tanto y tanto nos han jodido desde que el cine es cine y a veces, solo en pequeñas ocasiones los tipos lo hacen bien, en este caso fue un: más o menos.
Por: Darío Valle Risoto
En realidad esta es una película bélica, el tema de la ciencia ficción viene por los enemigos de los marines usamericanos que bien podrían haber sido afganos, Nazis o la hinchada de Boca Juniors. La excusa del enemigo pasa a segundo plano cuando se usan todos y cada uno de los clisés de las películas “de guerra” a saber:
1-El soldado veterano que debe responder a un superior más joven
2-El soldado novato y virgen que esta allí al pedo
3-El soldado que perdió a su hermano en batalla y vive un infierno porque este se murió sin devolverle sus discos de Pimpinela.
4-La muerte gloriosa del valiente marine para salvar a sus camaradas de armas, si, los mismos que le tocaban el culo en los vestuarios.
5-La protagonista femenina que no sirve para nada pero nunca sobran buenas tetas.
6-Los civiles que solo sirven para entorpecer la gloriosa labor de los soldados del país más importante del mundo.
7-La destrucción final de la base enemiga y la vuelta a casa solo para recargar municiones.
Y sin embargo es entretenida, porque siempre funciona ver como cocinan a los marines con rayos de todo tipo, unos alienígenas parecidos a nada aunque sabemos que al final siempre ganan los buenos ¿?. De todas maneras me quedaré siempre con esa obra maestra llamada: Día de la Independencia porque su abuso de los clisés antes mencionados se pasaban de la raya y eso la ponía muchas veces del lado del humor involuntario como la escena del discurso del presidente encarnado por Bill Pullman.
Me quedo con la sensación de que hice bien en no ir al cine porque me hubiera agarrado una calentura de aquellas ya que más de dos minutos viendo soldados que pretenden llevarme de la nariz a sentirme patriota me revuelve el tripero anarquista. Por lo tanto es una buena aventura con más de lo mismo del tipo de guerra que tanto y tanto nos han jodido desde que el cine es cine y a veces, solo en pequeñas ocasiones los tipos lo hacen bien, en este caso fue un: más o menos.
¡Donde dejaron el maldito guión carajo!
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