Unite ahora al movimiento antinuclear. Decile No a la energía nuclear y a sus residuos radioactivos.
Hace cincuenta años la energía nuclear iba a salvar al mundo. Ahora hay que salvar al mundo de la energía nuclear. Abandonar la energía nuclear es exclusivamente una cuestión de voluntad política. Además, es lo más deseable desde el punto de vista de la seguridad y de la protección del medio ambiente y la salud.
La energía nuclear iba a ser barata, segura y confiable. En cambio, ha demostrado ser cada vez más costosa, peligrosa e impredecible. Su vínculo con la industria de armamentos y sus problemas técnicos y económicos no resueltos hacen necesario un rápido abandono de la opción nuclear. Por eso, Greenpeace propone un cambio hacia las energías renovables y limpias.
Hace cincuenta años la energía nuclear iba a salvar al mundo. Ahora hay que salvar al mundo de la energía nuclear. Abandonar la energía nuclear es exclusivamente una cuestión de voluntad política. Además, es lo más deseable desde el punto de vista de la seguridad y de la protección del medio ambiente y la salud.
La energía nuclear iba a ser barata, segura y confiable. En cambio, ha demostrado ser cada vez más costosa, peligrosa e impredecible. Su vínculo con la industria de armamentos y sus problemas técnicos y económicos no resueltos hacen necesario un rápido abandono de la opción nuclear. Por eso, Greenpeace propone un cambio hacia las energías renovables y limpias.
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