Una muerte lenta
Por: Darío Valle Risoto
Quién sabe a que grupo de hijos de puta se les ocurrió terminar con el tren en el Uruguay, así de un plumazo se optó por el transporte carretero dejando muchos pueblos mucho más aislados que de costumbre, la estación General Artigas es un elocuente monumento a la idiotez de nuestros gobernantes de todos los partidos porque allí yace moribundo, decrépito, mugriento y al borde de la desaparición un edificio de arquitectura inigualable para pasto de las ratas y el olvido.
Algunos trenes circulan aún como muestra de la necedad de quienes pueden hacer algo y no lo hacen, el trazado ferroviario abandonado a la suerte ya casi no tiene remedio y ahora nos hablan de reactivar el tren. ¿ustedes que piensan?
Gracias a Marcelo por enviarnos esta información.
La nueva estaciónl junto al edificio "Sanguinetti", conocida como la Torre de Antel, otra muestra del gasto al repedo por algo absolutamente innecesario y solo edificado por razón del capricho cuando se podrían haber destinado esos millones para muchas otras obras urgentes.
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